El Parlamento Europeo ha confirmado este miércoles que tanto las inversiones en plantas nucleares como las inversiones en centrales de gas se consideren sostenibles, como presenta la CE, Comisión Europea.
En el caso de la nuclear, esa medida se les permitirán a los proyectos que sean aprobados antes del año 2045. Dados los plazos de elaboración de estas infraestructuras, los nuevos reactores nucleares podrían ponerse en marcha a finales del siglo XXI o a principios del siglo XX.
En lo que respecta al gas, la fecha límite de inversiones compatibles con la taxonomía es 2030 y dispone de un límite de emisiones de 270 gramos de CO2 por kilovatio hora (Kw/h).
Con 278 votos a favor, 33 abstenciones y 233 votos en contra, no ha prosperado el objetivo de las futuras reglas de la llamada taxonomía, un sistema de clasificación de la UE que presenta una lista de actividades económicas sostenibles desde el punto de vista medioambiental.
Al margen de este posicionamiento de la Eurocámara, el Consejo de la Unión Europea, que representa a los Estados miembros, aún puede rechazar el enfoque del Ejecutivo comunitario si antes del 11 de julio se oponen 20 países de la Unión Europea siempre y cuando estos representen el 65% de la población en Europa.
España ha sido uno de los países que se ha posicionado en contra de esta iniciativa de la Comisión Europea y no quiere que al gas y a la energía nuclear se les atribuya la etiqueta de «verdes».