El Gobierno se plantea modificar la bonificación de 20 céntimos por litro en la compra de carburantes

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la medida más rápida de poner en práctica pero no la más equitativa. Una ayuda pensada para paliar de forma inmediata la enorme subida de los carburantes -que llegaron a superar los 2 euros por litro en muchas estaciones de servicio- y que de principio dejará de aplicarse el próximo mes de julio.

El Ejecutivo ya dijo cuando aprobó en Consejo de Ministros su plan de choque (donde se incluían muchas otras medidas) que el paquete de ayudas podría ser ampliado si la inestabilidad económica continuaba una vez pasado ese plazo. Pero en el caso de la bonificación de los carburantes estas ayudas podrían ser distintas a las actuales.

La vicepresidenta tercera, y Ministra para la Transición Ecológica, ha anunciado que «si esto dura, hay que ser más precisos y más ágiles y destinar los recursos a quien más lo necesita». Esto significa que podría mantenerse esa bonificación pero no como hasta ahora -que se aplica a todos los consumidores de forma generalizada- sino solo para unos pocos.

«Lo justo y lo razonable», aclara Ribera, «es intentar centrar cuáles son las familias y cuáles los niveles de renta que merecen más apoyo”. Por tanto, las nuevas ayudas solo podrían disfrutarlas aquellos que dispongan de los niveles de renta más bajos, algo que sería mucho más complicado de aplicar que la actual bonificación para todos. Aún no se sabe cómo podrían llevarse a cabo estos descuentos pero la vicepresidenta da algunas pistas: «Hay que buscar que sea un sistema parecido a una tarjeta para concentrar el esfuerzo fiscal para ayudar a esas familias».

De esta manera podría darse solución a una de las principales críticas que ha recibido esta bonificación: la de ser una medida regresiva que beneficia a las rentas más altas. Pero ni el actual método ni el que pudiera aplicarse a partir de julio van en la línea de avanzar hacia la descarbonización de la movilidad en nuestro país. Cualquier ayuda en este sentido sigue promoviendo el uso del vehículo privado y de los motores de combustión.

Lo más probable es que el Gobierno amplíe de alguna manera esta bonificación a las gasolinas y gasóleos de automoción ya que, tras un mes de aplicación, ambos combustibles tienen en las estaciones de servicio un precio medio superior al que tenían el 1 de abril, fecha en la que comenzó a aplicarse este descuento.