Los plásticos de un solo uso quedarán prohibidos desde julio de 2021 y desde 2023 se cobrará al consumidor cada vaso o envase de plástico
El Consejo de Ministros ha aprobado la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC), con la que se quiere pasar de una economía lineal a una circular de aquí a 2030, así como el anteproyecto de ley de residuos que prevé hacer obligatoria la recogida separada de nuevos flujos de residuos y que, entre otras medidas, prohíbe los plásticos de un solo uso a partir de julio de 2021.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra portavoz María Jesús Montero, ha destacado que es voluntad de la Unión Europea y de España «impulsar una auténtica revolución verde de cara a la reconstrucción de la pandemia», mediante la reorientación del modelo de crecimiento para ser un país más competitivo y eficiente pero también «más responsable» con el planeta y con las generaciones futuras.
«España cuenta con un margen de actuación muy amplio en materia de fiscalidad verde», ha señalado Ribera en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, «España tiene el quinto porcentaje más bajo de ingresos medioambientales sobre el PIB que el conjunto de la Unión Europea». La Comisión Europea ha reclamado en numerosas ocasiones a España que tiene que endurecer los impuestos medioambientales para desincentivar comportamientos contaminantes.
«Adaptamos así nuestra legislación a las materias que vienen emanando de la Comisión Europea», ha remarcado Ribera. Aunque este impuesto no gravará el consumo final de los plásticos, como sí hace el IVA, por ejemplo, hay un elevado riesgo de que se repercuta el coste al consumidor a través de un incremento de la cadena de precios. «Necesitamos interiorizar esos costes [climáticos]», ha explicado Ribera, esto es, que se incluyan las externalidades de la contaminación en el precio de los productos. Entre otras medidas, incorpora la aplicación de una tasa sobre las tapas y cubiertos de plástico que ofrece el sector de la hostelería, a partir del 1 de enero de 2023.
El Ministerio de Hacienda ya había sometido previamente a consulta pública el impuesto sobre los envases no reutilizables, aunque el proyecto quedó paralizado como consecuencia del coronavirus. Ahora, el Ejecutivo ha decidido relanzarlo incorporándolo a la nueva ley sobre los residuos. A partir de la tarde de este martes será posible consultar el anteproyecto de ley y enviar los posibles comentarios al ministerio.
Así, la `Estrategia España 2030` prevé que de aquí a 2030 se debe reducir en un 30 por ciento el consumo nacional de materiales en relación con el PIB respecto al año 2010 como referencia y disminuirá la generación de residuos un 15 por ciento respecto a los que se generaban en 2010.
Concretamente, plantea rebajar un 50 por ciento la generación de residuos de alimentos en toda la cadena alimentaria per cápita a nivel de hogar y consumo minorista; un 20 por ciento en las cadenas de producción y suministro a partir de 2020. La Estrategia busca contribuir asimismo a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Otros de los objetivos pasa por incrementar la reutilización y la preparación para su reutilización de al menos el 10 por ciento de los residuos municipales generados y mejorar un 10 por ciento la eficiencia del uso del agua, así como reducir la emisión de gases de efecto invernadero por debajo de los 10 millones de toneladas de CO2 equivalente. Igualmente se promoverá acabar con la obsolescencia programada por ejemplo de los electrodomésticos y aparatos eléctricos y electrónicos.
NUEVO IMPUESTO ESPECIAL AL ENVASE DE PLÁSTICO
En cuanto al anteproyecto de ley de residuos y suelos contaminados, el Consejo ha dado el pistoletazo de salida a su tramitación con la idea de que el proyecto de ley sea remitido antes de final de año a las Cortes Generales y su aprobación definitiva en el primer periodo de sesiones de 2021.
El anteproyecto que traspone la Directiva Europea de Plásticos de un solo uso de 2019, prevé entre otras medidas que cafeterías, bares y restaurantes deberán cobrar un precio por cada vaso y tapa del café para llevar de plástico a partir del 1 de enero de 2023, al tiempo que en la restauración se deberá ofrecer de forma obligatoria agua de grifo al consumidor, aunque este podrá, en todo caso optar por agua embotellada y el abandono de basura en el medio ambiente podrá conllevar multas de entre 1.000 y 2.000.000 de euros, según su gravedad.