Los jóvenes que durante este año cumplan 18 años podrán gastar en espectáculos taurinos hasta 200 euros de los 400 que contempla el Bono Cultural Joven 2023, cuyo Real Decreto regulador ha sido aprobado hoy en el Consejo de Ministros.
Así lo ha anunciado este lunes la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior a la celebración del Consejo de Ministros, donde se ha aprobado el Real Decreto que regula el Bono Cultural Joven para 2023.
«La cultura ha de estar al alcance de todos y esta ayuda es un estímulo para que la juventud se acerque a ella, consuma y genere nuevos hábitos de ocio», ha dicho Rodríguez. En concreto, y al igual que en 2022, el Bono Cultural Joven se adquirirá como una tarjeta de prepago que el beneficiario puede tener de forma virtual en su móvil o recibir de forma física en su domicilio. La tarjeta es personal e intransferible.
Una vez obtenida, los jóvenes que a lo largo de este año cumplan 18 años podrán gastar 200 euros para artes en vivo, patrimonio cultural y artes audiovisuales, y es en esta partida donde se han incluido los espectáculos taurinos.
Una inclusión que llega después de que el pasado mes de febrero el Tribunal Supremo estimara el recurso de la Fundación Toro de Lidia contra el real decreto por el que se establecía la regulación del bono cultural y que excluía a los toros de las actividades culturales a las que se podía acceder con esa ayuda del Gobierno.
Otros 100 euros se podrán gastar en productos culturales en soporte físico. Por ejemplo, libros, revistas, prensa, u otras publicaciones periódicas; videojuegos, partituras, discos, CD, DVD o Blu-ray.
Y los otros 100 euros podrán ser destinados a consumo digital o en línea. Por ejemplo, suscripciones y alquileres a plataformas musicales, de lectura o audiolectura, o audiovisuales, compra de audiolibros o suscripción para descarga de archivos multimedia (podcasts), para videojuegos en línea, revistas u otras publicaciones periódicas.
No será subvencionable, han explicado desde Cultura, la adquisición de productos de artesanía, obra plástica y gráfica, productos de papelería, libros de texto curriculares -ya sean impresos o digitales- cursos, talleres y seminarios, equipos, software, hardware y consumibles de informática y electrónica; así como material artístico, instrumentos musicales o los espectáculos deportivos, la moda y la gastronomía. Tampoco lo será la adquisición de productos que hayan sido calificados como X o pornográficos de conformidad con el sistema de regulación de contenidos aplicable a cada producto.
Las actividades y gastos subvencionables deberán realizarse en el plazo máximo de un año desde la fecha de concesión del Bono Cultural Joven a cada persona beneficiaria, que lo podrá usar sólo en establecimientos o instituciones adheridas al programa, que presten servicios en España.
La gestión del programa se realizará a través de una plataforma tecnológica específica, en la que se presentarán las solicitudes, que se tramitarán por orden de presentación. Una vez concedida la ayuda al beneficiario, se abonará el importe total concedido, en un único pago, en formato de tarjetas prepago virtual nominal, que estarán identificadas con números y la identidad del beneficiario.
Excepcionalmente, se podrán emitir tarjetas físicas, en caso de que el beneficiario no disponga de dispositivo móvil compatible para contener la mencionada tarjeta virtual, cuando así se solicite. La futura norma también prevé que el Bono Cultural Joven sea compatible con cualquier otra subvención, ayuda, ingreso o recurso procedente de otras administraciones públicas.
«En esta segunda edición del Bono Joven se muestra el compromiso con el sector de la cultura, que supone el 3,4 del PIB y da empleo a más de 700.000 personas», ha matizado la ministra portavoz. En la actualidad hay adheridas 3.000 empresas e instituciones, por lo que Rodríguez ha hecho un llamamiento para que sean más las que se sumen al Bono Cultural Joven.