El emir de Qatar, Tamin bin Hamad al Thani ha sorprendido a la opinión pública, una vez más, hablando de una «campaña» orquestada para boicotear la imagen del Mundial que empezará el próximo mes de noviembre.
«Se nos ha sometido a una campaña en contra sin precedentes a la que ningún país anfitrión se ha enfrentado. Desde que obtuvimos el honor de albergar el Mundial, Qatar se ha visto sometido a una campaña sin precedentes a la que ningún país anfitrión se ha enfrentado jamás. Inicialmente, tratamos el asunto con buena fe, e incluso consideramos algunas de las críticas como positivas y útiles para ayudarnos a desarrollarnos», comentó el emir en la inauguración de la sesión anual del Consejo de la Shura.
Incluso habló de doble rasero moral: «Pronto nos quedó claro que la campaña tiende a continuar y expandirse para incluir invenciones y dobles raseros que fueron tan feroces que lamentablemente ha llevado a muchas personas a cuestionar las verdaderas razones y motivos detrás de esta campaña».
Además mantiene que se respetarán los derechos humanos que, cuando no hay Mundial, ni mucho menos son considerados prioridad en Qatar: «Ser sede del Mundial incorpora varios elementos que forman los componentes de credibilidad y capacidad de influir positivamente, esto se manifiesta al aceptar el desafío e integrarlo en nuestros proyectos y planes de desarrollo nacionales, así como a nivel de capacidades económicas, de seguridad y administrativas, y al nivel de la apertura civilizada y cultural».
Por último, el emir pidió a la población qatarí que se aperturista durante el torneo: «Cada uno desde su posición, para elevar el nombre de la nación, y abramos nuestros brazos para recibir a todos para que el mundo sea testigo de la cálida hospitalidad y generosidad de los cataríes».