mundo de la natación se encuentra en horas bajas, después de conocer el terrible suceso de la agresión sexual de excampéon olímpico Yannick Agnel a una menor de edad, ahora ha salido a la luz el terrible testimonio de Liliana Szilágyi, nadadora húngara de 26 años que, a través de una publicación en su cuenta oficial de Instagram, ha explicado los abusos a los que fue sometida por su padre.
»Después de tanto dolor y lucha, he decidido hablar de un tema necesario. Abusó de mí. Un hombre de quién debería haber recibido el mayor amor y cariño. Mi padre abusó de mí. Físicamente. Espiritualmente. Sexualmente», empezaba diciendo en el post, que adjuntaba unas imágenes de la nadadora olímpica amordazada de manos. »Desde que era niña, de forma constante e impredecible, ya sea castigo corporal, intimidación, privación de amor y atención o abuso sexual», sigue relatando la publicación, que sin duda alguna muestra el martirio que vivió tiempo atrás.
No fue la única agredida
»Hubiera aceptado cualquier cosa por aceptar amor hasta que me di cuenta que era una ilusión. Golpeaba a mi madre delante de mis ojos cuando estaba embarazada si no lograba el resultado esperado», añade la Szilágyi.
Liliana continuaba explicando que era »una marioneta perfecta» en manos de su padre. »Mi padre, que durante muchos años habría hecho cualquier cosa para aceptarme y amarme hasta que me di cuenta de que estaba viviendo una ilusión perfecta. En este mundo, yo era solo una herramienta, una marioneta perfecta. Después de todo, el mundo exterior no lo es. no vio nada más que una familia amorosa, con éxitos y logros mundiales. Todos lo vieron golpearnos en casa».
Una aguja en un pajar
No fue hasta 2016 que la nadadora dijo »basta» y se alejó de su padre. 5 años después, ahora, asume que su testimonio en el relato puede no ser una prueba concluyente para que las personas confíen en su palabra. Liliana Szilágyi termina su relato afirmando que seguramente muchos no la creerán e incluso la repudiarán por ello.
»Mi padre seguramente tendrá una respuesta a esto. Es un abogado adinerado, educado y entrenador de natación que trabaja con niños. Quizás nadie creerá cuál es su verdadero yo a puerta cerrada», finaliza el impotente testimonio de la nadadora húngara.