El Gobierno estadounidense ha confirmado que la economía del país retrocedió el 0,1% en el segundo trimestre del año, lo que implica que entró en recesión, al ser el segundo trimestre consecutivo de contracción.
Así lo apunta el tercer y último cálculo oficial de la evolución económica del país publicado por la Oficina de Estadísticas Laborales (BEA), que confirma los datos adelantados y que reflejan una caída del 0,6% anual.
La BEA recordó el contexto de elevada inflación y de subidas de tipos de interés para atajarla, que coinciden con otros desafíos como los problemas en la cadena de suministro, aunque del lado positivo destacó el bajo índice de desempleo.