Laurence Debray, autora de la biografía del rey emérito, ‘Mon roi déchu’ (Mi rey caído), no esconde su «fascinación» por don Juan Carlos I. En las páginas de su libro asegura que el monarca quiere regresar a España pero defiende que la monarquía y no entorpecer la labor de Felipe VI son sus prioridades.
Trata todas las caras de un rey al que quizás todo el mundo imagine en sus momentos más duros. En agosto de 2020, don Juan Carlos salió de España rumbo a Emiratos donde permanece desde entonces y según Debray reconoce que se siente abandonado por alguno de sus amigos, aunque en ningún momento se dan nombres.
La escritora ha confirmado varias conversaciones con el monarca, bien por teléfono o bien en persona de las que ha salido el contenido publicado en el libro ‘Mi rey caído’. Precisamente sobre su encuentro cara a cara la autora no escatima detalles y relata como él le la saluda con dos besos a la vez que le pide que se quite la mascarilla de protección frente al coronavirus. Un gesto que provoca que ella bromee: «Siempre ha amado el riesgo».
Debray describe que «se levanta con problemas y avanza con paso inseguro con ayuda de un bastón», corrobora que el monarca ha perdido kilos y tiene un aire saludable pero también se trasluce de él un halo de tristeza, aunque mantiene «su risa franca, de niño».
La escritora asegura que «España sigue estando evidentemente en el corazón de sus preocupaciones y el futuro de la monarquía es la primera de sus inquietudes» y a la pregunta de ¿cuándo volverá a España’ el monarca contesta: «No tengo ni idea. Algunos están muy contentos de que me haya marchado».
La periodista insiste sobre el tema y reformula la misma pregunta «por qué no dejó Zarzuela, pero se quedó en España, por ejemplo en Galicia» algo que el emérito justifica asegurando que le habrían perseguido por todas partes los periodistas. «Desde aquí no molesto a la Corona».
Sobre su funeral
Laurence Debray explica que una de sus conversaciones coincidió en el tiempo poco después del funeral del «príncipe Felipe de Inglaterra, su primo político» sobre el que el monarca dice «fue magnífico, verdaderamente muy emotivo y elegante», a lo que ella le responde que «también se hacen buenos entierros en España». «El entierro de mi padre también fue muy bonito», le reconoce. «Ahora debo pensar en el mío«, agrega, lo que hace a la periodista preguntarse si «España le organizará funerales a su altura».
A su padre lo considera su «verdadero mentor» y dice «estaba lejos físicamente pero moralmente estaba a mi lado».