La Guardia Civil ha detenido en Granada a los dueños de una empresa por vender boquerones en vinagre con anisakis, a pesar de las advertencias. La Junta clausuró hace dos meses su negocio por precaución pero no han cesado su actividad y ahora se enfrentan a un delito contra la salud pública.
El lote de boquerones en vinagre que provocó la alerta sanitaria por anisakis el pasado 7 de mayo fue el que tiene fecha de caducidad del 27 de julio de 2020, de la marca Pescados Medina.
Se detectaron varios casos de intoxicación y Sanidad inspeccionó la empresa en Almuñécar y acabaron cerrándola. Dos meses después, el 7 de julio, los agentes comprobaron que seguía funcionado clandestinamente.
Ahora una mujer era la propietaria y seguían fabricando el mismo producto, pero en otro pueblo. Juan Carlos López, portavoz de la Guardia Civil, asegura que «estaban vendiéndose pescados sin autorización sanitaria».
El detenido ha asegurado que él sigue trabajando y su pescadería está abierta. Se les atribuye delito contra la salud pública y otro de desobediencia a la autoridad.
Se han inmovilizado más de 1.300 kilos de pescado que estaban listos para repartirse por seis comunidades autónomas.