posibles delitos de abusos sexuales con prevalimiento en relación de superioridad.
El juzgado de Instrucción número 10 de Málaga investiga al profesor, en libertad provisional con la medida cautelar de prohibición de contactar con menores a través de redes sociales, tras los testimonios de dos exalumnas que aseguraron haber sufrido abusos e incitación a prácticas sexuales o conceptos como el poliamor.
Otras tres chicas, también exalumnas, aseguraron haber mantenido contacto con el docente, pero sin llegar a producirse abusos sexuales. Las cinco jóvenes tienen, actualmente, entre 21 y 25 años y han respaldado sus testimonios con correos electrónicos y mensajes, de carácter sexual, de WhatsApp y Tuenti que el profesor les mandaba, cuando aún eran menores.
Dos de las denunciantes aseguraron a la policía que acabaron quedando con el docente fuera del instituto. Al parecer, una de ellas aún era alumna del investigado cuando se produjeron los supuestos abusos, mientras que la segunda había dejado de serlo sólo unos meses antes.
Menores vulnerables
Fue la Asociación Redimen, que trabaja con posibles víctimas de abusos sexuales, la que dió el aviso, el pasado 9 de agosto, al Grupo de Participación Ciudadana de la Comisaría Provincial, que comunicó, de forma inmediata, el asunto a la Grume.
El Grupo de Menores de la Policía Nacional identificó una serie de rasgos en común entre las denunciantes: adolescentes vulnerables, que participaban en grupos de apoyo escolar por problemas personales graves, desde acoso escolar, hasta violencia de género.
Unas características que, según la Policía, hicieron que el profesor, de unos 40 años de edad, consiguiera manipularlas haciéndolas pensar que era una persona en la que podían confiar y apoyarse.
Se ganaba la confianza de las jóvenes en actividades extraescolares como, por ejemplo, el taller de lectura o la elaboración del periódico del instituto. Una vez conseguida su confianza, el docente pasaba a la aproximación física, mediante besos y abrazos, y a las conversaciones sexualizadas.
En España, la edad mínima de los menores a la hora de prestar su consentimiento para mantener relaciones sexuales es de 16 años. Aunque las denunciantes habían superado esa edad- de probarse las relaciones sexuales que aseguran haber tenido con él- entra en juego la condición de profesor del investigado, la diferencia de edad y la vulnerabilidad de las chicas.