Su madre, Belén Vázquez, había denunciado el pasado enero su desaparición
La Policía Científica de la Guardia Civil, que llevaba la investigación relativa a la muerte de una mujer en el municipio ourensano de Barbadás, ha confirmado que los restos óseos hallados en el lugar de Muíño pertenecen a Nerea Añel, la joven de 27 años que desapareció el pasado mes de enero de la ciudad.
El laboratorio de criminalística de la Dirección General de la Guardia Civil de Madrid, encargado de los análisis, fue el que aseguró ayer que pertenecen a esta mujer ourensana, tal y como confirmaron fuentes policiales de la investigación.
La chica, según había denunciado su madre, Belén Vázquez, se encontraba en paradero desconocido desde el pasado mes de enero y desde entonces la familia pedía que no se parase la búsqueda después de no haber tenido noticias de ella. Su madre aseguraba que si estuviese bien la habría llamado por teléfono, cosa que no hizo.
Fueron dos senderistas que caminaban por el lugar de Os Muíños los que hallaron restos del cuerpo el pasado domingo en A Valenzá, una aldea abandonada en el ayuntamiento ourensano de Barbadás, y pusieron esta situación en conocimiento de los cuerpos de seguridad.
Los primeros indicios apuntaron a que los despojos encontrados en la zona, donde ya se había buscado a la desaparecida en febrero pasado, pertenecían a una mujer joven, sospecha que finalmente se confirmó. Ahora se harán las pruebas precisas para tratar de determinar las causas de la muerte.