La temporada de fresa y fresón en España tiene lugar entre los meses de febrero y mayo, a veces también en enero y junio (hasta que empieza el verano). O sea, que nos quedan pocas fresas que llevarnos a la boca.
Tal vez sea buen momento para comprar y congelar fresas. Así nos garantizamos suministro para, por ejemplo, hacer helados.
Esta vez vamos a mezclar las fresas con plátano. Éste, por su textura cremosa, funcionará como base para el helado. Las fresas, jugosas, le darán sabor.
Dos cosas antes de la receta. Ten en cuenta que si los plátanos están maduros ya acumulan bastante azúcar. Y por otra parte, recuerda que la mezcla de las fresas y los plátanos ya puede servirte, sin añadir más, para hacer un helado.
Ingredientes
- 2 plátanos
- 200 gr. de fresas
- 50 ml. de nata
- 100 gr. de leche condensada
- 1 poquito de vainilla
Versión más «sana»: sustituye nata y leche condensada por un yogur natural y una cuchara de stevia, miel, dátiles, etc (tú eliges cuánto y cómo endulzar).
Información práctica
- Tiempo de elaboración: 5 minutos en hacerlo y 5 horas de nevera
- Calorías: 175 kcal (una ración)
Elaboración
- Lavamos las fresas, les quitamos el pedúnculo y las secamos.
- Las cortamos en trozos.
- Pelamos los plátanos y los cortamos en trozos.
- Los pedazos de fresas y plátano los metemos en una bolsa de congelación y ésta al congelador (lo ideal es de un día para otro).
- Sacamos los trozos de fruta y los ponemos en el vaso de nuestra batidora.
- Trituramos.
- Añadimos la nata, la leche condensada y la vainilla.
- Mezclamos hasta tener una crema homogénea.
- El resultado lo ponemos en un recipiente adecuado; lo cubrimos con film transparente y lo congelamos (al menos 5 horas).
- Media hora antes de consumir el helado, lo pasamos al frigorífico. Y servimos.