Ya ha finalizado otro proyecto de mejora de los entornos municipales que financia la Diputación en nuestra provincia y el presidente, José Manuel Caballero, ha acudido a conocer el resultado. Ha sido en Alcázar de San Juan donde, gracias a una subvención nominativa de 300.000 euros que la Institución Provincial concedió al Ayuntamiento en junio del año 2020, se han reformado tres plazas emblemáticas de la localidad.
Caballero ha acompañado a la alcaldesa, Rosa Melchor, en una visita a la Plaza La Justa, Plaza La Bolsa y a la Plaza del Ángel. Las tres han sufrido una “transformación integral que ha tenido coste cero para el Consistorio gracias a la Diputación”, una manera de que se puedan seguir utilizando recursos propios en tareas de mantenimiento, ha explicado Melchor.
Estamos hablando de lugares muy queridos en Alcázar, “muchos mayores tienen magníficos recuerdos aquí y han acogido de manera favorable la reforma”, ha añadido la alcaldesa. Lo cierto es que las mejoras urbanas han convertido la zona en una completamente accesible, en cuanto a movilidad y visibilidad, y se han solucionado problemas de aparcamiento con 30 plazas, dos reservadas para discapacitados, que palian las molestias que sufrían los vecinos a las puertas de sus hogares.
El presidente de la Diputación Provincial ha manifestado allí su alegría y la sensación que le inunda de que se están haciendo cosas importantes “aunque sean pequeñas en términos económicos”. Según Caballero, “el arreglo de las tres plazas puede parecer una cuestión menor por su cuantía, pero es una inversión que mejora la vida de la gente”.
Durante su recorrido, ha definido la misma como “una estrategia urbanística con sensibilidad y con rostro humano porque está pensada para la gente, para que disfruten del espacio publico y para que las calles y las plazas sean propiedad de que quienes viven y de quienes nos visitan”. El presidente se ha referido a la inversión pública explicando que “hacemos urbanismo pensando en los ciudadanos y con un interés claramente social, para que la gente pueda ser más feliz, para eso sirve el urbanismo”.
Estas son obras, en palabras de Caballero, con sentimiento y con afecto, y, por tanto, “detrás del hormigón hay sentido común y un compromiso con la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos y especialmente de aquellos que tienen recuerdos afectivos en torno a estas ubicaciones”.
Ahora existe un lugar adecuado al siglo XXI y que cumple todos los requisitos. De ahí que la alcaldesa se haya dirigido al presidente de la administración que gestiona los impuestos de todos los vecinos de la provincia, para destacar que “de otra manera, no hubiera sido posible” actuar en aproximadamente 3.700 metros cuadrados, donde el acerado y la calzada están ya al mismo nivel y donde se ha abordado la renovación de las instalaciones de agua, alcantarillado y gas, y se ha procedido a la instalación de catorce árboles, diez papeleras y quince bancos haciendo de esta zona un punto de encuentro y disfrute de vecinos y viandantes.
El presidente ha comprobado que se ha hecho de manera eficaz, en un plazo razonable, en plena pandemia, y de manera eficiente, “con bajo coste económico y con una licitación modélica”. Además, Caballero se ha mostrado convencido de que para todo el mundo es una buena obra, “voten al partido que voten”. Y, al mismo tiempo, ha lanzado un mensaje de integración, ya que, “se actúa también en la plaza principal del pueblo, pero no se dejan a un lado los barrios y el resto de la población”.
Por último, se ha resaltado en esta visita que el trabajo ha comenzado desde abajo en todas las instalaciones, siendo acometidas para que se mantengan en el tiempo, esto es, la parte menos lucida pero más importante.