No se trata de buscar un reparto de culpas, ni de una maniobra de venganza. Prestigiosos nombres de la ciencia española como Margarita del Val, Carles Muntaner o Rafael Bengoa -exasesor de sanidad en el Gobierno de Barack Obama- firman este viernes una carta en The Lancet donde piden al Gobierno que realice una auditoría externa sobre la gestión de la pandemia del coronavirus en España. El objetivo es detectar dónde falló el sistema de salud y prepararlo para afrontar nuevas oleadas del coronavirus y futuras epidemias. Una cuestión sobrevuela todo el texto: si tenemos el mejor sistema de salud del mundo, ¿por qué España ha sido uno de los países más golpeados y con peores datos de muertes y contagios de esta crisis?
«España ha sido duramente golpeada por el covid-19, con más de 300.000 contagios, 28.498 muertes confirmadas y alrededor de 44.000 muertes registradas como exceso. Más de 50.000 sanitarios han sido infectados y casi 20.000 muertes se han producido dentro de residencias de ancianos. Con una población de 47 millones de personas, estos datos colocan a España entre los países más afectados. España es también reconocida como uno de los países con mejores sistemas de salud del mundo, y ocupa la posición 15 en el ranking del Global Health Security Index. Entonces ¿cómo es posible que España se encuentre ahora en esta situación?».
Sin paños calientes comienza la carta que firman una veintena de reconocidos científicos e investigadores españoles, con el objetivo de reclamar una «evaluación independiente e imparcial, por un panel de expertos internacionales y nacionales» sobre la gestión del coronavirus en un país que supuestamente presumía de su sistema de salud.
La investigación, según este grupo de científicos, entre los que se encuentran Alberto García-Basteiro, Margarita del Val, Carme Borrell y Carles Muntaner, entre otros, debe centrarse «en las actividades del Gobierno Central y de los gobiernos de las 17 comunidades autónomas», y debe incluir «tres áreas: gobernanza y toma de decisiones, asesoramiento científico y técnico, y capacidad operativa». «Además -dicen- deben tenerse en cuenta las circunstancias sociales y económicas que han contribuido a hacer que España sea más vulnerable, incluidas las crecientes desigualdades».
La esencia del método científico impregna todo un texto que plantea cuestiones incómodas que, sin embargo, resultan vitales para entender lo que ha sucedido en España en comparación con otros países y cómo evitar replicar este escenario. La veintena de hombres y mujeres de ciencia apuntan los motivos que componen las principales sombras de la gestión sin dejar títere sin cabeza ni importarles la corrección política: su ojo clínico apunta directamente a la coordinación entre Gobierno central y ejecutivos autonómicos, la reacción lenta o la escasa alineación de las autoridades con las recomendaciones científicas. «Las posibles explicaciones apuntan a una falta de preparación para una pandemia», con sistemas de vigilancia débiles, baja capacidad para las pruebas de PCR, y escasez de equipo de protección personal y equipo de cuidados críticos, anotan en la misiva. Pero también, añaden, a «una reacción tardía de las autoridades centrales y regionales, procesos lentos de toma de decisiones, altos niveles de movilidad y migración de la población, escasa coordinación entre las autoridades centrales y regionales, escasa dependencia del asesoramiento científico, envejecimiento de la población, grupos vulnerables que experimentan desigualdades sociales y de salud y falta de preparación en las residencias de ancianos».
Según los firmantes, «estos problemas se vieron exacerbados por los efectos de una década de austeridad que había agotado la fuerza laboral sanitaria, y reducido la salud pública y las capacidades del sistema de salud».
Preparación para nuevas oleadas
Los investigadores firmantes creen que esta evaluación «no debe concebirse como un instrumento para distribuir la culpa. Más bien, debe identificar áreas en las que la salud pública, y el sistema de salud y asistencia social deben mejorarse». España necesita una «evaluación exhaustiva de los sistemas de salud y asistencia social para preparar al país para nuevas oleadas de covid-19 o futuras pandemias, identificando debilidades y fortalezas, y lecciones aprendidas».
Los investigadores españoles indican que, aunque este tipo de evaluación no es habitual en España, varias instituciones y países, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Suecia, han aceptado la necesidad de dicha revisión como un medio para aprender del pasado y prepararse para el futuro. «Alentamos al Gobierno español a considerar esta evaluación como una oportunidad que podría conducir a una mejor preparación para una pandemia, prevenir muertes prematuras y construir un sistema de salud resiliente, con evidencia científica en su núcleo», concluyen.