Houston recibe a Victor Oladipo, tres primeras rondas de los Nets, una de Milwaukee, la posibilidad de intercambiar otras cuatro con los Nets, Rodions Kurucs y el australiano Dante Exum.
Los Brooklyn Nets han fichado a James Harden en uno de esos traspasos que remueven los cimientos de la NBA. El equipo neoyorquino era uno de los destinos preferidos de ‘La Barba’, que ocho años más tarde se reúne con Kevin Durant para formar junto a Kyrie Irving un tridente devastador en ataque.
A cambio de Harden, MVP de 2018 y máximo anotador de las últimas tres temporadas, los Houston Rockets reciben a Victor Oladipo, tres primeras rondas de los Nets (2022, 2024, 2026), una de Milwaukee que estaba en poder de Cleveland (2022), la posibilidad de intercambiar otras cuatro con los Nets (2021, 2023, 2025, 2027), el ex barcelonista Rodions Kurucs y el australiano Dante Exum.
Aunque en los últimos días se había puesto en duda el futuro de Irving en el equipo, los Nets consiguen juntar a dos de los mejores anotadores de la NBA moderna sin perder a un base que ha sido seis veces All-Star y decisivo en las Finales de 2016. Quedan, como siempre, las dudas sobre el encaje de tres estrellas con un carácter peculiar y sobre la capacidad defensiva del equipo, pero sobre el papel forman un ataque poderosísimo.
Todo en las manos de un entrenador novato, Steve Nash, aunque bien respaldado por un cuerpo técnico de nivel, con Mike D’Antoni ahora como mano derecha y enlace con su nueva estrella, James Harden, al que ha entrenado durante las últimas cuatro campañas.
El traspaso también ha involucrado a los Indiana Pacers, que reciben a Caris LeVert, y los Cleveland Cavaliers, que reciben a Jarrett Allen y Taurean Prince. En ese mercadeo de elecciones de draft, Houston también recibe una futura segunda ronda de los Pacers y los Nets, una segunda ronda de Cleveland.
LA SALIDA DE HARDEN
La Barba quemó todos los puentes para salir de los Rockets. Presumió de estar de fiesta el día que tenía que empezar la pretemporada, tuvo roces con sus compañeros cuando al fin accedió a entrenar, provocó la suspensión del primer partido por otra fiesta, apareció muy pasado de peso y, este miércoles en su última rueda de prensa como jugador de los Rockets, apuntó a sus propios compañeros. «No somos lo bastante buenos. Por química, por talento, por todo. Ha quedado claro en estos dos partidos (contra los Lakers)».
Que el final estaba cerca quedó claro por sus palabras («He hecho todo lo que he podido, pero esta situación es muy extraña y no creo que pueda arreglarse»), y por las de sus compañeros. Primero John Wall («He estado en equipos donde todo era ‘yo, yo, yo, yo’, y cuando eso pasa todo se viene abajo», «Venga, hombre, llevamos nueve partidos ¿Y ya quieres saltar del barco?») y después, con bala, DeMarcus Cousins.
«Las faltas de respeto de Harden empezaron mucho antes de esa rueda de prensa. Cómo se tomó la pretemporada, cómo se ha presentado (de forma), las payasadas fuera de la pista… Las faltas de respeto empezaron mucho antes. Puede sentirse como quiera con la franquicia o con su situación, pero para nosotros (sus compañeros) es injusto».
Harden, sin embargo, consigue su objetivo, marcharse a uno de los equipos que había marcado como prioritarios para aspirar de nuevo al anillo. Los Nets han conservado a Joe Harris, un tirador excepcional, y aún la excepción de salario medio (5.7 millones) y la compensación por la lesión de Spencer Dinwiddie (5.7) para completar la plantilla.
EL BOTÍN DE HOUSTON
Rara vez los equipos que traspasan a una superestrella reciben una recompensa justa. A cambio suelen pedir dos cosas, jóvenes prometedores y elecciones de draft. Los Rockets se llevan cuatro primeras rondas y el derecho a intercambiar otras cuatro con los Nets, pero en principio muchas de ellas no serán muy valiosas: salvo sorpresa, las de Brooklyn y la que reciben de Milwaukee, dos aspirantes al anillo, estarán en la parte baja.
La llegada de Victor Oladipo también tiene su asterisco. El escolta fue All-Star en sus dos primeras temporadas con los Indiana Pacers, pero hace dos años sufrió una gravísima lesión muscular de la que todavía no ha conseguido volver al mismo nivel. El que había sido su equipo ya giraba en torno a Domas Sabonis y no volvió a encontrar su lugar. Si lo consigue, Houston tendrá que pelear por renovarlo: termina contrato este verano y es agente libre sin restricciones.
Era una incógnita de la que los Pacers han preferido huir. A cambio consiguen a Caris LeVert, un alero con capacidad para generar, que puede encajar mejor junto a Sabonis y con contrato (asequible) hasta 2023. Por su parte, los Cleveland Cavaliers han ‘cazado’ a Taurean Prince y Jarrett Allen (hizo del exACB Leonard Allen) un pívot prometedor que rivalizaba por minutos en los Nets con DeAndre Jordan, amigo íntimo de Irving y Durant.