El acusado culpa a una expareja
En su intervención ha asegurado que no tuvo nada que ver en el crimen de la joven de 26 años y ha culpado a una expareja suya. Según Montoya, el móvil del asesinato habrían sido los celos de la mencionada excompañera sentimental.
Esta es la misma versión que ha mantenido su abogado. Antes de entrar a la Audiencia de Huelva para la sesión del juicio que se celebra a puerta cerrada, el defensor de Montoya ha dicho a los periodistas que su defendido «en absoluto» se ha declarado culpable.
No obstante, cabe recordar que tras el crimen fue el propio Montoya quien confesó lo ocurrido tanto en sede policial como judicial. Dijo ser autor de los hechos y pidió perdón a la familia.
32 años de cárcel y prisión permanente revisable
La Fiscalía pide 32 años de cárcel y prisión permanente revisable para Montoya: 20 por delito de detención ilegal y 12 por agresión sexual.
Los hechos
Según el Ministerio Fiscal, el acusado, habría sometido a la joven a una larga tortura que duró 75 minutos antes de acabar con su vida. El 12 de diciembre de 2018, Montoya abordó a la joven por sorpresa, quien volvía a su domicilio tras hacer la compra. La introdujo a la fuerza en su domicilio y una vez dentro comenzó a propinarle golpes y puñetazos dejándola malherida y debilitada.
Tras ello, la inmovilizó atándole las manos por detrás de la espalda y tapándole la boca para que no pudiera pedir auxilio. Después de agredirla sexualmente, el acusado siguió golpeándola hasta que la mató. Llevó su cuerpo ya sin vida al coche para trasladarlo a un lugar alejado del pueblo y deshacerse de él.
Los restos de la joven fueron encontrados el 17 de diciembre.