Mientras gran parte de la Península Ibérica quedaba sumida en la oscuridad y el desconcierto debido a un apagón que afectó durante casi cinco horas a millones de ciudadanos, las islas de España y los enclaves norteafricanos resistieron de manera ejemplar, ajenos al caos generalizado.
Lejos de ser una desventaja, su aislamiento geográfico y eléctrico se convirtió esta vez en un escudo eficaz ante la crisis energética.
Sistemas eléctricos independientes: la clave de la resistencia
Según explica Red Eléctrica de España (REE), los sistemas de generación y distribución en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla se caracterizan por su menor tamaño, la nula o reducida interconexión con el territorio peninsular y una demanda energética más focalizada. Estos factores, que en circunstancias normales representan un reto de estabilidad, resultaron ser cruciales para evitar el colapso eléctrico en estos territorios.
Baleares, por ejemplo, cuenta con un sistema unificado que conecta las islas entre sí y que, desde 2012, se enlaza además con la península mediante un cable submarino. Sin embargo, su desconexión automática de la red general ante incidencias permitió que no se viera afectado.
En términos de consumo, Baleares registró en marzo una demanda bruta de 456.369 megavatios hora (MWh), con un aumento interanual del 5,8%. La generación basada en ciclo combinado dominó la producción, representando el 68,2%, mientras que las energías renovables alcanzaron un 13,7%.
Canarias: seis sistemas eléctricos que funcionaron a pleno rendimiento
En el caso de Canarias, el archipiélago dispone de seis sistemas independientes, uno por cada isla principal, con la excepción de Lanzarote y Fuerteventura, que están interconectadas.
Gracias a esta organización, gestionada desde el Centro de Control en Las Palmas de Gran Canaria, la región no solo evitó el apagón, sino que siguió operando con normalidad. En marzo, Canarias tuvo una demanda de 737.992 MWh, un incremento interanual del 0,8%, manteniendo el ciclo combinado como primera fuente energética (42,3%) y logrando una cuota renovable del 15,6%.
Ceuta y Melilla: control remoto y autonomía energética
Tanto Ceuta como Melilla operan mediante sistemas eléctricos aislados, gestionados de forma remota desde el Centro de Control de las Islas Baleares. Estos enclaves urbanos, por su tamaño reducido, no cuentan con una red de transporte eléctrica convencional, lo que en esta ocasión evitó su implicación en la emergencia que afectó al resto de la península.
La lección del apagón: ventaja de la desconexión
El gran apagón vivido este lunes en España dejó en evidencia que, en situaciones excepcionales, la desconexión estructural de ciertas zonas puede actuar como sistema de autoprotección. Mientras hospitales, transportes y servicios básicos en el territorio peninsular sufrían graves alteraciones, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla mantuvieron el suministro eléctrico y la normalidad en su vida diaria.
En definitiva, la independencia energética de estos territorios, que habitualmente requiere un mayor esfuerzo de gestión y planificación, se convirtió durante el apagón en la garantía de estabilidad frente a uno de los mayores colapsos eléctricos de la historia reciente en España.