El palacio ha establecido medidas de seguridad, como la toma de temperatura a todos los visitantes.
La desescalada cultural en Sevilla vivió el lunes uno de los momentos más esperados, la reapertura al público del Real Alcázar, cerrado desde el pasado 13 de marzo como consecuencia del decreto del estado de alarma por el coronavirus.
La jornada, eso sí, ha dejado estampas poco habituales en este monumento, el segundo más visitado de la ciudad, debido a la ausencia de turistas. Y es que las habituales colas a la entrada del palacio, formadas sobre todo por visitantes de otros países, han dado paso a una fluida presencia, sobre todo, de sevillanos, que han querido aprovechar este primer día de apertura para visitar el enclave sin aglomeraciones.
Lo han hecho bajo las estrictas medidas de seguridad que ha establecido la dirección del monumento, como la toma de temperatura a todos los visitantes antes de entrar y la obligatoriedad de llevar mascarilla.
La próxima semana reabrirá también sus puertas el palacio de Las Dueñas, perteneciente a la Casa de Alba, que volverá a recibir visitantes a partir del 22 de junio con una reducción de aforo del 30%.