Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, se prepara para su sesión de investidura con la esperanza de convertirse en el próximo presidente del Gobierno. Tras obtener 136 escaños en las elecciones generales del 23-J, el PP se posicionó como la fuerza dominante en el Congreso, seguido por el PSOE con 122 escaños. Sin embargo, el camino hacia la presidencia no está exento de desafíos.
Contexto electoral
Las elecciones dejaron algunas sorpresas. Vox, liderado por Santiago Abascal, sufrió una pérdida significativa, dejando atrás 19 escaños en comparación con las elecciones de noviembre de 2019. Por otro lado, Sumar, con Yolanda Díaz al frente, logró asegurar 31 escaños, posicionándose como la cuarta fuerza política.
El camino hacia la investidura
Tras los resultados electorales, el rey Felipe VI propuso a Feijóo como candidato a la presidencia. Esta decisión fue comunicada por la presidenta del Congreso, Francina Armengol, quien otorgó a Feijóo un plazo de 35 días para negociar con otras formaciones y obtener los apoyos necesarios para su investidura. Este margen busca evitar una posible repetición electoral en Navidad.
La sesión de investidura
El proceso de investidura está claramente definido por el Reglamento del Congreso. Feijóo presentará su programa sin límite de tiempo, seguido de intervenciones de los grupos parlamentarios. Tras el debate, se llevará a cabo una votación en la que Feijóo necesitará la mayoría absoluta (176 votos) para ser investido. Si no logra obtenerla, se realizará una segunda votación 48 horas después, donde requerirá una mayoría simple.
Los apoyos y desafíos de Feijóo
A pesar de la victoria del PP en las elecciones, Feijóo enfrenta el desafío de obtener suficientes apoyos para su investidura. Vox, con 33 escaños, ya ha confirmado su apoyo. Otros partidos como Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria también han expresado su respaldo. Sin embargo, la suma total de escaños de PP, Vox, CC y UPN es de 172, cuatro escaños por debajo de la mayoría absoluta. Esto significa que Feijóo necesita el apoyo de al menos otros cuatro diputados para asegurar su posición como presidente del Gobierno.
