La Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (AFAMMER) ha recibido uno de los
23 galardones concedidos por el Comité Económico y Social Europeo (CESE) a proyectos
llevados a cabo en Estados miembros de la UE y el Reino Unido que han contribuido de
manera excepcional a la lucha contra la COVID-19 y sus desastrosas consecuencias.
El Comité Económico y Social Europeo (CESE), un órgano consultivo que representa a la
sociedad civil a escala de la UE, ha anunciado los ganadores de su Premio Solidaridad Civil, convocado en 2020 a título excepcional con el lema «La sociedad civil contra la COVID-19».
Entre los galardonados (21 proyectos en Estados miembros de la UE, uno en el Reino Unido y uno con carácter transfronterizo) figura AFAMMER por la solidaridad mostrada por sus afiliadas.
En los momentos iniciales de la pandemia, las socias de AFAMMER confeccionaron medio millón de mascarillas y otro material de protección sanitaria y lo donaron a hospitales, residencias de la tercera edad, taxistas, ancianos y otros colectivos particularmente expuestos. Además, AFAMMER creó una red telefónica de vecindad con el propósito de aliviar con llamadas periódicas la soledad y el aislamiento que padecieron muchas personas mayores durante los periodos de confinamiento, en particular en el medio rural.
En una ceremonia de entrega virtual celebrada el 15 de febrero, el CESE rindió homenaje a 23 organizaciones de la sociedad civil, particulares y empresas privadas cuyos proyectos han destacado como ejemplos notables de solidaridad durante la pandemia de COVID-19.
Cada ganador recibió un premio de 10 000 EUR.
Carmen Quintanilla Barba, presidenta nacional de AFAMMER, recibió el premio en nombre de AFAMMER con un discurso en el que reivindicó la importante labor de las mujeres del medio rural:
«Quiero reconocer el paso adelante que nuestras mujeres dieron para ayudar a todo aquél que nos ha necesitado, que es justo la filosofía con la que nació nuestra organización y con la que hemos intentado contribuir a la construcción de una sociedad mejor a lo largo de todos estos años».
«En esta batalla que estamos librando de forma global, como en tantas otras que tenemos por delante como la despoblación de nuestros pueblos, la seguridad alimentaria o la productividad del medio rural y la igualdad de oportunidades, el papel de las mujeres resultará vital para conseguir salir adelante. Durante décadas su trabajo ha sido invisibilizado. Ahora y sin demoras, debemos considerar su aportación esencial para garantizar un futuro sostenible en los próximos años»,
concluyó Carmen Quintanilla.