Las acelgas son una verdura fácilmente reconocible pues posee un tallo ancho y blanco, llamado comúnmente penca, que termina en una hoja grande y con un verde intenso.
Quizá las acelgas no sean tan apreciadas como las espinacas, pues su gusto podríamos decir que es algo más rústico, pero la verdad es que está rica, hay que reconocerlo, y en cocina ofrece muchas posibilidades.
Pero antes de adentrarnos en la versatilidad y el juego que da el hecho de que tenga dos partes bien diferentes, empecemos por lo básico que es saber limpiar, preparar y cocer acelgas, que es lo que te vamos a contar aquí con detalle.
Una recomendación previa cuando vayas a comprar acelgas es verificar que las pencas estén firmes y blancas, y las hojas bien verdes y frescas. Y hablando de pencas y hojas, la particularidad que tiene la cocción de las acelgas es que si se usan ambas partes, debemos cocinarlas en dos etapas pues tienen tiempo de cocción muy diferentes.
Por último, te animamos a leer hasta el final pues te contamos cómo hacer para conservar las acelgas en la nevera y que parezcan recién cocidas, es decir, que mantengan un bonito color verde como recién hechas.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 25 minutos
- Raciones: 2
- Categoría: guarnición
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 48
Ingredientes de las acelgas cocidas para 2 personas
- 500 g de acelgas
- Sal
Cómo hacer acelgas cocidas
Para preparar nuestras acelgas cocidas, tomamos un manojo de unos 500 g aproximadamente y empezamos a separar las pencas de las hojas. Para ello, solamente es necesario realizar un corte en forma de V invertida a ras del tallo.
Hecho esto, retiramos la parte fea de la base de las pencas y procederemos a deshebrarlas, ya que traen unos hilos de fibra bastante duros que pueden resultar desagradables a la hora de degustarlas. En este caso, lo que tenemos que hacer es quitarle la fina capa de piel que tienen por ambos lados tirando con la hoja de un cuchillo pequeño. No obstante, si se desea picar fino las pencas, este paso no sería necesario.
Con las pencas deshebradas, procederemos a lavar bien tanto estas como las hojas, prestando especial atención a eliminar todos los restos de suciedad. Las sacudimos un poco para eliminar el exceso de agua y cortamos las pencas en trozos del tamaño de un bocado o las picamos en juliana fina. Por otra parte, cortamos las hojas en tiras.
En una olla, ponemos una cantidad de agua suficiente para cubrir las acelgas y la sazonamos con sal. Como hemos dicho anteriormente, la cocción requiere dos etapas y en esta primera vamos a incorporar a la olla únicamente las pencas, pues tardan más tiempo. Dejamos que se hagan durante unos 5 minutos si las cortamos en juliana o unos 8 minutos para trozos más grandes.
En cuanto hayan pasado esos primeros minutos de cocción, añadimos las hojas de las acelgas a la olla y continuamos un par de minutos más. Se hacen muy rápido.
Una vez pasado el tiempo de cocción y tras verificar que tanto las pencas como las hojas están cocidas al gusto, retiramos de inmediato la olla del fuego y escurrimos las acelgas. El agua de cocción se puede recuperar para utilizarla en otra receta o para hacer caldo (pero recuerda que ya lleva sal).
Se pueden servir las acelgas cocidas enseguida, aderezadas con un chorrito de aceite por ejemplo. Si se desea utilizarlas más tarde o guardar para otro día, se pueden refrescar en agua fría para interrumpir la cocción y fijar así el color verde de las hojas para que no se oscurezcan. Las acelgas cocidas también servirán para utilizar en otras recetas.
Resumen fácil de preparación
- Separar las hojas de las pencas
- Retirar las hebras de las pencas
- Lavar y trocear las pencas y las hojas por separado
- Hervir agua con sal y cocer las pencas de 5 a 8 minutos
- Añadir las hojas y cocer 2 minutos más
- Escurrir las acelgas
- Las acelgas ya cocidas se pueden tomar con aceite o utilizar en otras recetas