Cruasanes caseros (croissants)

foto de portada de los cruasanes caseros
foto de portada de los cruasanes caseros

Es indiscutible que para hacer unos cruasanes perfectos, además del saber, práctica y mucha paciencia, necesitamos disponer de una mantequilla especial para hojaldre, que es más estable frente al calor, de buenas harinas, de una mesa de mármol, de un rodillo específico y de una laminadora. Pero, con mucho menos, y con utensilios que todos tenemos por casa, conseguiremos también unos cruasanes caseros riquísimos.

Es importante trabajar en una superficie fría, mármol o acero, y que la temperatura ambiente no sea alta. Así que, salvo que viváis en el norte como la que escribe, mejor evitad hacerlos en verano. Tenemos que respetar también los tiempos de reposo y enfriado de la masa entre los laminados durante el proceso de hojaldrado de la misma. Y es fundamental ser meticulosos en los pliegues de la masa para conseguir un buen hojaldrado. Con esto y algo de paciencia, seguro que nos saldrán unos cruasanes deliciosos para alegrar más de un desayuno o merienda. Y si no lo creéis, que le pregunten a mis hijos, que cuando me ven con la faena se ponen felices.

Interior de los cruasanes *

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 18 horas y 40 minutos
  • Tiempo de cocción: 20 minutos
  • Tiempo total: 19 horas
  • Raciones: 4 (15 unidades pequeñas)
  • Categoría: repostería
  • Tipo de cocina: francesa
  • Calorías: 415 kcal por cada 100 g

Ingredientes de los cruasanes caseros (croissants) para 4 personas

Para la masa:

  • 250 g de harina de fuerza
  • 250 de harina panadera
  • 25 g de huevo
  • 5 g de sal
  • 30 g de miel
  • 15 g de levadura fresca
  • 30 g de mantequilla
  • 100 g de agua
  • 100 g de leche

Para el hojaldrado:

  • 250 g mantequilla

Para la decoración:

  • Huevo pintado
  • Almíbar
  • Chocolate
Ingredientes para hacer cruasanes caseros *

Cómo hacer los cruasanes

Comenzamos la receta preparando la masa levada. Pesaremos y mediremos todos los ingredientes y sacaremos la mantequilla del frigorífico previamente para que esté a temperatura ambiente durante el proceso de amasado. Después de una media hora ya podremos comenzar el amasado. En un bol pondremos las harinas y añadiremos la leche, el agua, la levadura, la miel, el huevo y la mantequilla.

Añadimos los ingredientes de la masa de los cruasanes *

Mezclaremos todo hasta que esté bien integrado y lo dejaremos reposar unos 2 minutos.

Mezclamos los ingredientes de la masa de los cruasanes *

Pasado este reposo añadiremos la sal y comenzaremos el amasado.

Añadiendo la sal a la masa de los cruasanes *

Lo haremos a mano, aunque también podremos hacerlo en una amasadora.

Amasado de los cruasanes *

Cuando la masa esté lisa y elástica, la taparemos y la dejaremos reposar 30 minutos.

Dejamos reposar la masa después del amasado *

Pasado este reposo la aplastaremos un poco, la envolveremos en papel film y la guardaremos en la nevera hasta el día siguiente.

guardamos la masa en la nevera *

A su vez, prepararemos el bloque de mantequilla para hacer el laminado, que será un cuadrado de 20×20 cm. Para ello y para que nos quede con las medidas exactas, marcaremos y doblaremos una hoja de papel de horno con esas medidas, esto nos servirá de guía para hacer luego el bloque de mantequilla perfecto.

Marcado del cuadrado con el papel de horno *

Sacaremos de la nevera los 250 g de mantequilla y la aplastaremos entre dos hojas de papel de horno. Ayudándonos de un rodillo le daremos golpes para hacerla maleable, aunque no queremos que se funda.

Preparamos el bloque de la mantequilla *

La colocaremos dentro del cuadrado marcado en nuestro papel de horno, lo doblaremos y cerraremos, y estiraremos la mantequilla con el rodillo hasta que nos quede un cuadrado perfecto.

cuadrado de mantequilla *

La guardaremos en la nevera hasta el día siguiente que haremos el laminado. Después del reposo que, en mi caso, fue hasta el día siguiente, pero podría haber sido suficiente con 4 o 5 horas, vamos a hacer el laminado para hojaldrar la masa. Es importante que este proceso lo hagamos rápido y evitemos manipular mucho la masa para que no se caliente y no se integre con la mantequilla. Nos ayudará trabajar sobre una mesa de mármol, acero inoxidable e incluso sobre la placa de la vitrocerámica. Sacaremos la masa de la nevera y la volcaremos en la superficie enharinada.

Estiramos la masa de los cruasanes *

Con un rodillo, que en mi caso es de acero y lo tenía guardado también en la nevera, estiraremos la masa hasta formar un rectángulo de 25×45 cm. Lo vamos a hacer a lo largo, comenzando siempre desde el centro hacia arriba. Cuando esté estirada una mitad, voltearemos la masa 180º y volveremos a estirar la siguiente mitad hacia arriba. Procuraremos tener un rectángulo lo más perfecto posible para que luego nos quede un laminado preciso y perfecto.

rectángulo para hojaldrar la masa *

Una vez que esté hecho el rectángulo colocaremos la mantequilla en medio.

Colocamos la mantequilla en el centro del triangulo *

Y doblaremos las mitades superior e inferior de la masa sobre la mantequilla, de manera que se unan justo en la mitad.

Doblando la masa con la mantequilla *

Sellaremos bien la masa por los laterales y por el pliegue, para que quede unido y bien sellado. Espolvorearemos con harina que limpiaremos luego, para mantener la superficie de la masa seca y que no se pegue a la mesa.

Masa de cruasanes con la mantequilla sellada *

Una vez tenemos la masa sellada le haremos los pliegues. Haremos uno doble y uno simple, para evitar manipular la masa mucho. No obstante, podremos hacer tres simples si nos resultan más fáciles este tipo de plegados. Para hacer el plegado doble, rápidamente estiramos la masa de nuevo, cuidando que la mantequilla no se salga por los lados y no se funda.

Estiramos la masa con la mantequilla para hojaldrar *

No querremos que ésta se integre en la masa, sino que el objetivo es crear diferentes capas de masa y mantequilla. Si notáramos que la masa se calienta demasiado la guardaremos en la nevera media hora para que se enfríe de nuevo y luego continuaremos el proceso.

Estiraremos la masa siempre en sentido longitudinal. Una vez tengamos un rectángulo uniforme plegaremos el extremo inferior hasta el medio y el superior hasta también hasta el medio.

Cerramos los extremos de la masa de cruasanes *

Que se junten ambos extremos de la masa. Y ahora plegamos de nuevo por el medio, donde se tocan los extremos, como si cerráramos un libro.

primer plegado doble del hojaldre *

Lo espolvorearemos con harina, lo envolveremos con papel film y lo guardaremos una hora en la nevera. Pasado este reposo haremos el pliegue sencillo. Espolvorearemos de nuevo la superficie de trabajo, limpiaremos el exceso de harina y volveremos a estirar la masa. La colocaremos dejando la abertura de los pliegues a nuestra derecha (tienen que quedar siempre a un mismo lado).

primera vuelta del hojaldre *

Estiraremos de nuevo la masa en un rectángulo totalmente uniforme. Al igual que antes la estiraremos de manera longitudinal y perpendicular a nuestro cuerpo. Espolvorearemos y limpiaremos la harina, siempre que sea necesario para evitar que se pegue la masa a la superficie de trabajo.

limpiamos la masa de harina *

Como ya hemos hecho un primer laminado, si vemos que los bordes nos quedan irregulares, los recortamos para que nos queden uniformes y perfectos.

recorte de los bordes para igualar la masa *

A continuación, haremos el plegado sencillo, que en este caso será el último. Si decidimos hacerlos todos sencillos, serían tres los plegados sencillos a hacer. Para el plegado sencillo, dividiremos la masa en tres partes imaginarias y doblamos la primera desde el extremo inferior hasta superponerla sobre la segunda.

iniciando el plegado sencillo en la masa de hojaldre *

A la vez, la tercera parte, la superior la plegamos sobre las otras dos.

finalizamos el plegado sencillo del hojaldre *

Dejaremos nuevamente la abertura a nuestra derecha, la taparemos con film y la guardaremos otra hora para que enfríe antes de formar los cruasanes. Cuando hacemos los plegados marcamos unas hendiduras con los dedos en la masa para indicar el número de vuelta que hemos hecho y no olvidarnos. 

marcamos con los dedos la el numero de la vuelta de hojaldre que llevamos *

Si en lugar de hacer un plegado doble, decidimos hacerlos todos simples, serían tres plegados de esta misma forma y respetando los tiempos de reposo. Finalmente, después de este último reposo y enfriado de la masa, ya vamos al formado de los croissants. Sacaremos la masa de la nevera y la estiraremos de nuevo hasta obtener un rectángulo con un grosor uniforme de 4 o 5 milímetros.

Estiramos la masa de los croisants *

Recortaremos los lados para unificar la forma y que no nos queden imperfecciones en los plegados. A continuación, y para formar los cruasanes tendremos que cortar los triángulos. Serán de 8 cm o 9 cm de base por 25 cm de alto. Para ello marcaremos la base del rectángulo ayudándonos de una regla para que nos queden perfectos.

Marcando los triangulos de los cruasanes *

Y con un corta-pasas o un cuchillo vamos haciendo los triángulos.

triangulos de los cruasanes *

Podremos variar el tamaño de los rectángulos para hacer cruasanes más grandes o mas pequeños, a nuestro gusto. Con cada uno de ellos formaremos un cruasán. Cogeremos el triángulo y le haremos una pequeña incisión en el centro de la base.

corte en la base de la masa para el cruasan *

Agarrándolo por los extremos lo iremos enrollando, con delicadeza y tocando la masa lo menos posible para evitar calentarla con nuestras manos.

Enrollando los cruasanes *

Los iremos colocando en una bandeja forrada con papel de horno, dejando un poco de espacio entre ellos para que al levar no se junten.

cruasanes levando *

Los pincelaremos con huevo batido y los taparemos con film para que no se seque la superficie.

pincelando los cruasanes *

Dejaremos que leven un par de horas a temperatura ambiente.

cruasan formado *

Podremos rellenarlos de chocolate poniendo una barrita de chocolate en la base del triangulo al formarlos.

cruasanes rellenos de chocolate *

Una vez han levado encenderemos el horno a 180 ºC y los pincelaremos de nuevo con huevo batido. Cuando el horno esté caliente, ya podremos cocerlos. Los hornearemos durante unos 15 o 20 minutos o hasta que estén dorados. Como siempre, los tiempos e incluso la temperatura son relativos y dependerán del tipo de horno que tengáis. Cuando estén listos los retiraremos a una rejilla y los dejaremos enfriar un poco antes de degustarlos.

cruasanes enfriando en rejilla *

Los cruasanes se conservan un par de días en una bolsa hermética, pero además se congelan estupendamente. Podemos congelarlos una vez formados y antes del levado o bien ya horneados. En el primer caso, cuando queramos cruasanes los quitaremos del congelador, los colocaremos en una bandeja forrada con papel de horno y los dejaremos toda la noche a temperatura ambiente. Se descongelarán e irán levando. Por la mañana estarán listos para entrar en el horno; los pincelaremos con huevo y los hornearemos.

Si los congelamos una vez horneados, los sacaremos del congelador y los meteremos en el horno caliente unos minutos, para que se descongelen. Podríamos dejar que se descongelen a temperatura ambiente y después darles un golpe de calor en la tostadora y estarán como recién horneados.

cruasanes listos para el desayuno *

Resumen fácil de preparación

  1. Ponemos todos los ingredientes de la masa, excepto la sal, en un bol y los mezclamos
  2. Dejamos que repose un rato
  3. A continuación, añadimos la sal y trabajamos la masa unos 15 minutos
  4. Cuando está lisa y elástica la dejamos reposar tapada 30 minutos para que la fermentación arranque
  5. Plegamos la masa, la envolvemos en film y la guardamos en la nevera 12 horas
  6. A continuación, preparamos la mantequilla, para lo que haremos un cuadrado de 20×20 cm. La guardamos en la nevera y dejamos que se enfríe hasta el día siguiente que la insertaremos en la masa
  7. Al día siguiente estiramos la masa en un rectángulo de 25×45 cm y colocamos la mantequilla en el centro
  8. Doblamos la masa sobre esta y cerramos bien dejando la mantequilla en medio
  9. Estiramos de nuevo la masa en un rectángulo de 20×60 cm o lo más próximo a estas medidas
  10. Le hacemos el primer laminado o plegado, que será doble
  11. Doblamos los extremos superior e inferior de la masa hasta el centro
  12. Y a su vez doblamos por la mitad, como si fuera un libro
  13. Envolvemos la masa en un film y la guardamos en la nevera
  14. Pasado el tiempo de reposo estiramos de nuevo la masa y hacemos un plegado sencillo
  15. Dividimos la masa en tres partes iguales imaginarias y doblamos la parte inferior sobre la siguiente y finalmente con el tercio superior cubrimos los otros dos
  16. La tapamos con film de nuevo y la refrigeramos una hora
  17. Sacamos la masa de la nevera y la estiramos en un rectángulo uniforme de 4 mm de grosor
  18. Cortamos los croissants en triángulos de 9 cm de base y 25 cm de alto
  19. Marcamos la base de los triángulos en los extremos de la masa
  20. Vamos cortando los triángulos lo más uniformes posibles guiándonos por las marcas
  21. Agarrando los extremos de la base, los enrollamos sobre sí mismos
  22. En algunos podemos poner unas barritas de chocolate
  23. Los vamos colocando sobre placas de hornear dejando un poco de espacio entre ellos
  24. Los pincelamos con huevo y los dejamos levar 2 horas a unos 23 ºC
  25. Encendemos el horno a 180 ºC
  26. Volvemos a pincelar los croissants con huevo y horneamos a 180 ºC unos 15-20 minutos
  27. Una vez estén dorados los retiramos para una rejilla enfriadora y ya los podemos catar templaditos