un joven de 21 años, ha denunciado ser víctima de una brutal paliza recibida por un grupo de jóvenes a él y a su amigo, el pasado sábado, mientras pasaba el rato con un grupo de amigas. El caso ya se investiga como una nueva agresión homófoba.
El transcurso de los hechos
El pasado sábado por la noche, Alejandro y su amigo se encontraban tomando unas cervezas junto a su grupo de amigos en una zona de ocio de Valencia. De pronto se les acercó un grupo de jóvenes para pedirles dinero, a lo que Alejandro, respondió: «dinero no tengo, pero tengo culazo». Al ver «que yo era homosexual», añade, comenzó a lanzar insultos homófobos al grito de «maricón».
Las amigas de ambos, que estuvieron presentes desde el primer momento, le dijeron al agresor que se fuese. Según cuenta Alejandro, un minuto más tarde apareció el joven junto a su grupo de amigos y comenzaron a agredir a ambos, mientras les decían «maricón me estas vacilando».
Atendiendo a la denuncia de los jóvenes agredidos, fueron golpeados en la cabeza repetidas veces y al amigo de Alejandro le robaron el teléfono móvil y la riñonera, según su denuncia. Una de las amigas que acompañaban a las víctimas llegó a encararse con los agresores, a pesar de que ellos hiciesen todo lo posible para mantenerles al margen de la paliza, y consiguió recuperar la riñonera, pero no el teléfono móvil de su amigo.
Por ahora no hay ningún detenido, pues la policía llegó al lugar de los hechos cuando los agresores ya habían huido. Según Alejandro, no recibieron en ningún momento la ayuda de las autoridades para trasladarles al hospital ni para presentar una denuncia. Simplemente, Alejandro y su amigo se marcharon de vuelta a casa y fue al día siguiente cuando tenían planeado presentar la denuncia.
Agresión en la misma zona
En la misma zona donde Alejandro y su amigo sufrieron la agresión homófoba, cerca de la Plaza de Honduras de Valencia, se produjo otro acto vandálico de carácter homófobo durante la noche de San Juan. La víctima era un menor de edad de 17 años, al que agredieron junto a un amigo suyo y le dejaron heridas en el rostro, al grito de «maricones».