5 datos curiosos que seguramente no sabías sobre la croqueta

Croquetas de setas scaled
Croquetas de setas scaled

A pesar de que este plato es conocido por todos, se sitúa como la tercera tapa más pedida en los bares españoles, solo por detrás de la tortilla de patatas y las bravas, según el Estudio Nacional de la Tapa elaborado por Saborea España, pero detrás esconde una amplia variedad de historias y anécdotas que vamos a desvelar

Un plato muy consumido por los españoles, pero no de origen español

Tanto la receta, como el nombre original de este producto, ‘croquette’ (crujiente, según su traducción al español), son originarios de Francia, aunque hasta el momento, no se tiene claro quien fue la primera persona en cocinarlas. Hay diversas teorías apuntan a que pudo ser una invención del cocinero Marie-Antoine Carême para impresionar al gran duque Nicolás de Rusia y decidió cubrir un plato de bechamel con pan rallado. Lo denominó Croquettes a la royale. Esa recetas dista mucho de lo que hoy conocemos como croquetas y a España llegaron tiempo después.

¿Y de postre? ¡Croquetas!

Así es. Aunque a día de hoy, las croquetas se encuentran en las cartas de todos los restaurantes españoles en la parte de entrantes, nada de postres, lo curioso es que cuando llegaron a España no tenían nada que ver con lo que son ahora. Y es que, aunque se consumen en nuestro país desde 1812, la primera receta de croquetas que se escribió en castellano aparece en el ‘Manual de la criada económica’ de 1830 y era de arroz con leche. Años después, en concreto en 1866, aparece en el ‘Diccionario doméstico’ de Balbino Cortés y Morales la receta de las croquetas de jamón y así han ido evolucionando en su elaboración hasta día de hoy.

‘Cocreta’

Es común escuchar que la palabra ‘cocreta’ está admitida y recogida en el diccionario de la Real Academia Española, al igual que mondarina, murciégalo o almóndiga. Sin embargo, fue desmontada en 2017 por el director de la RAE, Darío Villanueva, quién negó que la palabra se encontrase entre sus páginas e invitó a que todo aquel que tuviera dudas accediera a la página oficial y lo comprobase por si mismo.

Una mudanza de leyenda

Según cuentan las páginas del ‘Diario la Estampa de Madrid’ de 1936, Pachi Bollos, vasco del club donostiarra Istingorra era el encargado de trasladar las croquetas del sitio donde se reunían normalmente al nuevo lugar de encuentro ya que era el único que disponía de un medio de trasporte adecuado. Lo que no imaginaban es que en el camino llegara a comerse las 236 croquetas del banquete. Puede que sea una leyenda que ha pasado a la historia o un hecho real, pero lo cierto es que a día de hoy Pachi sigue obstentando ese título.

‘Hacer la croqueta’

Esta expresión forma parte de la infancia de cualquier niño. Consiste en rodar por el suelo o colina abajo, juego que ha amenizado las tardes de verano en la playa al rodar por la arena y simular el empanado de una croqueta. E incluso, también se utiliza en el terreno de juego, en el regate popularizado por Andrés Iniesta en el partido de Stamford Bridge ante el Chelsea en 2009 que consiste en un cambio rápido del balón de un pie a otro que deja clavado al contrincante