La crisis sanitaria provocada por la COVID-19 no solo trajo consigo un largo periodo de confinamiento y una nueva forma de relacionarnos entre las personas en 2020. Sino que, un año después, las duras restricciones de movilidad y distanciamiento social que todavía hoy siguen vigentes han provocado graves interferencias en las relaciones de pareja, especialmente en aquellas que viven su amor a distancia, pero también en aquellas personas acostumbradas a tener relaciones esporádicas o que estaban iniciando una nueva aventura.
Así pues, en una época de aislamiento social e incertidumbre, han surgido diferentes formas de relacionarse afectiva y sexualmente entre parejas de todo tipo.
Relaciones sexuales en parejas estables
Aquellas parejas convivientes que han sufrido un mayor nivel de estrés durante el confinamiento debido a las diferentes responsabilidades (hijos y teletrabajo principalmente) han vivido un clima afectivo más negativo que los ha llevado en muchos casos a la reducción del deseo sexual o a problemas de disfunción eréctil, en el caso de los hombres.
Por el contrario, aquellas parejas que han optado por combatir el aburrimiento potenciando la intimidad en pareja han incorporado juguetes sexuales a sus relaciones sexuales o han disfrutado de poner en práctica una fantasía sexual o un deseo de la pareja.
La práctica del sploshing también ha sido un método muy recurrente. Esta práctica fetichista consiste en esparcir diversos tipos de alimentos, bebidas o sustancias líquidas sobre el cuerpo de la pareja, mientras ambos están realizando el acto sexual.
Relaciones sexuales en parejas que vivían separadas
Los besos imposibles con mascarilla, la imposibilidad de viajar a otras ciudades para visitar a nuestra pareja, el miedo a una infidelidad o el temor a contagiarse ha supuesto una verdadera prueba de fuego para aquellas parejas que no vivían juntas o se estaban empezando a conocer.
Ante la imposibilidad de comunicarse más allá que por whatsapp o videollamada muchas de ellas han vivido innumerables conflictos y malentendidos que han desembocado en la ruptura.
Sin embargo, otras muchas parejas han optado por practicar el autoerotismo o el sexo virtual (también llamado sexo online o sexting). Si bien la masturbación es una práctica antigua que tenemos asimilada de forma natural, el sexo virtual es algo muy reciente y que mucha gente nunca ha puesto en práctica. Dicha práctica se ha visto incrementada en la mayoría de servicios proporcionados por las prepagos en Ecuador.
Además, debido a que este tipo de actividad involucra el uso de las nuevas tecnologías, son las parejas más jóvenes las que han estado más familiarizadas con este tipo de relaciones. Una oportunidad que ha servido para escapar de la monotonía en las relaciones sexuales de pareja y ser más innovador, viviéndola como una actividad totalmente satisfactoria para ambos huyendo así de servicios de kinesiólogas peruanas y de servicios que provocan la infidelidad en la pareja.
Una de las claves para que este tipo de práctica sea todo un acierto es que exista un verdadero deseo sexual, y que todo aquello que se vaya a realizar durante el encuentro virtual sea consentido por las dos partes. Aquí, al igual que en el sexo presencial, nunca se debe hacer algo que uno no quiera hacer.
Relaciones sexuales en solteros
Como ya adelantábamos al principio de este artículo, si para algo ha servido la pandemia ha sido para aprender una nueva manera de relacionarnos y practicar sexo. Y es que para seducir online hay que comunicarse y expresarse a través de las redes sociales de una forma educada.
La ansiedad que ha provocado el confinamiento por conocer a otras personas ha incrementado el uso considerable de aplicaciones para ligar o tener encuentros esporádicos. Pero también el consumo de pornografía y la venta de juguetes sexuales, hasta ahora solo conocidos por los iniciados.
Pero ¡cuidado!, no olvidemos que, tanto si vamos a practicar sexo virtual como todo lo que descarguemos o compartamos por redes sociales, debemos extremar las precauciones de seguridad. Ya que si enviamos algo por la red, automáticamente perderemos el control, por lo que es importante practicar sexo virtual con una persona de confianza o implementar medidas que eviten que alguien hackee nuestro ordenador o móvil y pueda comprometer nuestra intimidad.