La muerte de Maradona o salir a pasear un cerdo, las excusas más estrafalarias para saltarse el confinamiento

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Desde el pasado fin de semana ya en vigor el estado de alarma en Cataluña y la policía autonómica ha querido repasar las excusas más estrafalarias dadas por los ciudadanos desde marzo de 2020 para intentar franquear las restricciones de movilidad provocadas por el coronavirus.

Estas son algunas de las explicaciones, argumentos y excusas más increíbles ante los agentes:

La muerte de Maradona

La muerte de la leyenda argentina del fútbol Diego Armando Maradona fue el pretexto de un hombre al que se denunció cuando volvía a su domicilio desde el Arco de Triunfo de Barcelona.

El cerdo vietnamita, el nuevo perro

En pleno confinamiento, cuando salir a pasar al perro era motivo justificado para salir de casa, los agentes de los Mossos se toparon con personas que salían a la calle con un periquito, un cerdo vietnamita o incluso se toparon con un señor de Palafrugell que paseaba a una cabra.

Todo por mi hijo

Un hombre argumentó a los agentes que le pararon en la avenida Meridiana de Barcelona que debía ir a su puesto de trabajo en Barberà del Vallès porque se había dejado la báscula y llevaba dos semana sin pesarse.

En todo este tiempo también se ha denunciado a padres localizados lejos de su casa con la excusa de que su hijo necesitaba que le diera el sol, o a una conductora que alegaba dar vueltas con el coche por la noche para poder dormir a su hijo.

El carajillo o el ginecólogo

Tantos meses de pandemia dan para mucho y los policías han descubierto algunas de las excusas más estrafalarias: ir al ginecólogo a 200 kilómetros de distancia, desplazarse desde Lleida a L’Hospitalet de l’Infant para llevar una chaqueta al hijo para una entrevista de trabajo o comprar un robot de cocina.

Otro conductor que iba cargado con bolsas llenas de bebidas alcohólicas también dio otra razón de peso: venía de hacer la compra semanal, pero con los bares cerrados necesitaba poder tomar el carajillo en casa.

El sexo, esencial

La pandemia de Covid-19 ha puesto en primer plano el concepto de «trabajadores esenciales» o de servicios básicos… si bien algunos tienen otra idea de lo que es esencial. Así, los Mossos pararon a un vecino de Figueres que se saltó el confinamiento por un servicio sexual a domicilio que a su criterio era esencial.

Los Mossos también denunciaron a una mujer que se saltó el confinamiento para acudir a casa de un hombre al que acababa de conocer en una aplicación de contactos, e incluso la mujer quedó detenida por resistencia y desobediencia a los agentes.

Reparaciones en familia

Este año los agentes también denunciaron en El Pont de Suert a un operario de mantenimiento de líneas eléctricas que viajaba con toda su familia escondida en la caja posterior del vehículo industrial de la empresa.

Una vela a la Moreneta

La fe también ha sido el argumento empleado por algunos ciudadanos para hacer frente a las restricciones. Así, en marzo del año pasado fue una excusa recurrente la de ir a poner una vela al monasterio de Montserrat para hacer una promesa a la Moreneta.

El santuario también fue utilizado como excusa por un hombre, que alegó que su mujer estaba embarazada y que tenía un capricho: comer «mató» (requesón) fabricado en Montserrat.