La energía es su brújula para sus trayectorias perfectas.
Lograr comprobar una teoría debe ser uno de los momentos de mayor alegría para los científicos. Aunque pareciera que ocurre demasiado, si lo comparamos con la cantidad de teorías alrededor del mundo, nos damos cuenta que no es tan frecuente como pensábamos. Por lo tanto, demostrar que se comprende el sentido de orientación que utilizan los tiburones, es un motivo de celebración para un equipo de investigadores norteamericanos.
La autoría de la demostración se la lleva Bryan Keller, un investigador del Laboratorio Marino y Costero de la Universidad Estatal de Florida, junto a su equipo de trabajo. Corroborar la orientación en la que se mueven los tiburones es sumamente complicado, debido que estos peces gigantes son difíciles de mantener en cautiverio. Además, que para poder ejecutar el experimento, se necesitan grandes extensiones de territorio.
En primer lugar, según lo detallan los científicos de este proyecto, no hay dudas. Los tiburones se mueven orientándose gracias al campo magnético de la Tierra. Para el mundo de la ciencia que explora la biología y fauna marina, era incomprobable la forma en que viajan los tiburones.
Los tiburones blancos viajan en cada migración por temporada, aproximadamente unos 20 mil kilómetros. Pero además lo hacen en una línea recta perfecta que trazan a través del océano. Asimismo, notan que durante su viaje cae la noche y se hace día mientras pasan las horas. Es decir, que no hay una estrella que los guíe como lo hace con las embarcaciones marinas. Por lo tanto, no hay un punto de referencia que les haga mantener el sentido de orientación.
La orientación de los tiburones
Además, explican que durante sus viajes hay cambios de temperaturas, también hay cambios en las corrientes y todo esto les hace mantener su rumbo inmodificable en cada migración. En consecuencia, dicho comportamiento solo tenía una explicación posible: se orientan con el campo magnético del planeta. Sí, es fácil deducirlo, pero muy difícil comprobarlo.
Para lograrlo Bryan Keller construyó un aparato capaz de imitar campos magnéticos y ejecutar diferentes niveles de potencia. Lo hizo a través de “un cubo de madera de 10 pies con un gran tanque en el centro. Luego enrolló más de un kilómetro y medio de cables de cobre alrededor del cubo a intervalos precisos”.
Entonces, cuando comenzaron a realizar los ajustes en los niveles de potencia los tiburones se orientaban según la fuerza y el campo magnético que estuvieran utilizando los científicos.
Explicaron que anteriormente habían utilizado este tipo de experimento en las tortugas marinas, pero que fue con otros fines. Es decir, que no fue con la intención de corroborar el sentido de orientación. “Esta es la primera instancia en la que se muestra que usan esa capacidad para inferir la ubicación”, dijo Keller.
El campo magnético cómo una especie de mapa
Otros científicos que no participaron en el estudio lograron detallar el informe de Keller y su equipo. Algunos incluso tuvieron acceso al experimento a través de los videos tomados por los investigadores.
“Es una demostración clara y realmente interesante de que los tiburones están usando el campo magnético de la Tierra como una especie de mapa. Es algo así como el equivalente a que un niño pequeño aprenda la dirección de su casa”, dijo Kenneth Lohmann, profesor de biología en la Universidad de Carolina del Norte.