El legendario chef Karlos Arguiñano ha sido una figura preeminente en el mundo de la gastronomía española durante más de cuatro décadas. Con su característico encanto y vasta experiencia, ha conquistado tanto los corazones como los estómagos de los españoles. Aunque es más conocido por su longeva presencia en la televisión, Arguiñano comenzó su viaje culinario mucho antes, en la pintoresca ciudad de Zarautz, donde abrió su emblemático restaurante.
El origen de la deliciosa aventura
El Hotel Restaurante Karlos Arguiñano se encuentra en Villa Aiala, un palacete antiguo del siglo XX. Arguiñano y su esposa Luisi fundaron el restaurante en este lugar el 13 de julio de 1979. Con el tiempo, ampliaron el negocio en 1990 al añadir el hotel, que ha logrado obtener cuatro estrellas. Hoy, cinco de los hijos de Arguiñano administran el Hotel KA y su restaurante, garantizando una experiencia gastronómica de alta calidad con una excelente relación calidad-precio.
Un vistazo al bar de Karlos Arguiñano
Situado en la planta baja del hotel, el bar del Hotel Restaurante Arguiñano ofrece a los visitantes una versión más informal de la aclamada cocina de Arguiñano. Con vistas al mar Cantábrico, el bar cuenta con una zona de barra y mesas junto a una gran cristalera, y una terraza exterior con impresionantes vistas al mar y a la playa de Zarautz. Los visitantes pueden disfrutar de desayunos, pintxos, platos y aperitivos mientras contemplan los magníficos atardeceres de la costa vasca.
Delicias en miniatura: Los pintxos
El menú del bar de Arguiñano se abre con los pintxos calientes, una verdadera especialidad de los bares del País Vasco. Estos mini platillos gourmet son un elemento esencial del menú, con precios económicos que varían entre 2,80 € y 4,80 €.
Los clásicos: Bocadillos y Sándwiches
Continuando con su oferta gastronómica más informal, Arguiñano ofrece una selección de bocadillos y sándwiches. El rango de precios de estos platos varía entre 7 y 8 €, manteniendo su compromiso con la calidad y accesibilidad.
Degustaciones más grandes: Las raciones
Los platos más grandes de la carta se basan en productos de alta calidad seleccionados de las zonas circundantes a este enclave costero privilegiado. Las opciones incluyen el bonito de Getaria bañado con el aceite K5 que elabora la propia familia Arguiñano, queso Idiazabal con nueces y la ensaladilla de bonito.
Los dulces finales de Joseba Arguiñano
Además de la oferta culinaria de Arguiñano, el bar también cuenta con la pastelería de Joseba Arguiñano, el hijo del famoso chef y un talentoso pastelero. Los comensales pueden disfrutar de una amplia variedad de panes artesanales, bollería, pastas, pasteles, bombones y chocolates, todos elaborados diariamente en su obrador. Estas delicias artesanales pueden llevarse a casa o disfrutarse como el final perfecto de una visita al bar o la terraza del palacete.
El Hotel Restaurante Karlos Arguiñano representa la pasión y dedicación de una familia por la gastronomía, proporcionando a los visitantes una verdadera experiencia culinaria vasca en un entorno idílico.