Artículo de opinión de Félix Canal, candidato a la alcaldía de Puertollano

Felix Canal Vox Puertollano
Felix Canal Vox Puertollano

LA ORQUESTA DEL TITANIC

Ya me gustaría poder recordar en este artículo de opinión junto a todos ustedes los épicos momentos que nos ofrecía la película de James Cameron, pero me temo que tendremos que trasladar el escenario del Atlántico Norte hasta nuestro querido Puertollano, al que le toca interpretar el papel del buque que fue calificado como insumergible en su época, al igual que los gobiernos socialistas han calificado a nuestra ciudad como faro industrial de La Mancha, capital del hidrógeno verde, ciudad amable, ciudad tuya…

El buque real y el metafórico comparten esa visión de insumergible, de la que gozó el primero como milagro de la ingeniería naval de inicios del pasado siglo y el segundo como bastión socialista de la provincia y la comunidad autónoma. No es casualidad que al igual que el Titanic transportaba a la flor y nata de su época en su viaje inaugural, en cada campaña electoral el nuestro reciba la visita de ministros y presidentes autonómicos o de la nación.

Y en estas nos encontramos con un buque al que los problemas le atacan por los cuatro costados: deudas heredadas por la mala gestión de anteriores gobiernos de su mismo signo político, ineficacia en la planificación y ejecución de obras en zonas sensibles de la ciudad, subida de impuestos, deterioro de la imagen de la ciudad, acerados y pavimentos descuidados, escasez de inversión en infancia y juventud…

Y una tripulación en la que la capitana del inicio de legislatura cambia de barco a mitad de travesía dejando el timón en manos del tercer oficial (el cuarto en la lista votada por los ciudadanos) y de resultas la dimisión del segundo de a bordo, aunque eso sí, ya con su deber cumplido.

Nuestro Titanic tiene un iceberg contra el que puede chocar y está a la vuelta de la esquina: una nueva victoria del PSOE aumentaría el riesgo de que Puertollano no pueda salir airoso de la travesía que debe llevarlo sano y salvo a su destino y en lugar de ello quede sumergido en la fosa abisal de la despoblación y el desempleo.

No será la tripulación propuesta por los socialistas quien haga que Puertollano llegue a buen puerto, más bien serán la orquesta que seguirá tocando mientras el barco se hunde con tal de seguir aferrados al timón. Pero a quién se ahoga le da igual hacerlo con música o sin ella, y nuestra ciudad no está dispuesta a perecer en el agua, mientras otros se salvan en los botes.