Lo más importante para hacer pescado frito es seleccionar un pescado muy fresco. Para saber si las sardinas son frescas, debemos fijarnos en que estas tengan los ojos brillantes y sin manchas de sangre, las agallas rojizas y la piel brillante y resbaladiza.
La temporada de la sardina comienza en la primavera y termina en otoño. Los meses de julio y agosto suele ser la mejor época para degustarlas.
Para preparar las sardinas que os traemos en esta receta, vamos a quitarles las cabezas y las tripas, y les vamos a dejar las espinas ya que la carne más sabrosa está siempre pegada a ellas.
Para freírlas, usaremos aceite de oliva virgen extra y harina de trigo común para el rebozado, de la que siempre tenemos en casa, aunque existen en el mercado harinas especiales para frituras también muy recomendables.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 30 minutos
- Raciones: 2
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: española
- Calorías por ración (kcal): 365
Ingredientes de las sardinas fritas
- 500 g de sardinas frescas
- Sal
- 100 g de harina de trigo
- Aceite de oliva para freír
- Limón para acompañar
- Mayonesa (opcional para acompañar)
Cómo hacer sardinas fritas
Si no las hemos comprado ya limpias, primero descamamos 500 g de sardinas, las limpiamos y les quitamos la cabeza y las tripas. Para quitar la cabeza, podemos ayudarnos con un cuchillo, pero con la presión de los dedos sobre la espina que une la cabeza con el cuerpo es suficiente para separar la cabeza, lo siguiente es arrancar y deshacernos de la tripa. A continuación, volvemos a lavar las sardinas y las secamos con papel absorbente.
Cuando las sardinas ya están arregladas, les ponemos sal por ambos lados.
Ponemos en un plato 100 g de harina de trigo y enharinamos las sardinas para freírlas.
Preparamos una sartén con abundante aceite de oliva y freímos las sardinas en pequeñas tandas. Las sardinas no necesitan mucho tiempo de fritura, entre 1 minuto y medio y 2 minutos por cada lado suele ser suficiente dependiendo del tamaño de los ejemplares. Queremos que queden doradas por fuera y jugosas por dentro.
Antes de llevar las sardinas a la mesa, las dejamos reposar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite de la fritura.
Servimos las sardinas fritas recién hechas con un poco de limón. También podemos acompañarlas con salsa mayonesa y, si nos sobran, siempre podemos usarlas en un escabeche, una pipirrana o incluso triturarlas y convertirlas en un rico paté de sardinas.
Resumen fácil de preparación
- Descamar las sardinas, quitarles la cabeza y las tripas
- Salarlas
- Enharinarlas
- Freírlas en abundante aceite
- Dejar las sardinas sobre papel absorbente
- Servir las sardinas fritas recién hechas con limón y mayonesa