Las espectaculares imágenes de la cámara espacial infrarroja Drago-2, desarrollada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y que orbita alrededor de la Tierra desde enero, son el anticipo del primer satélite canario, el Alisio 1, que se lanzará en 2024 con una cámara mejorada, el Drago-3, y un módulo de comunicaciones ópticas.
Alex Oscoz Abad, investigador principal del proyecto IACTEC Espacio, encargado de estos desarrollos tecnológicos, ha presentado este miércoles las primeras imágenes de la cámara Drago-2, sucesora de la Drago-1 lanzada en 2021, y habló de nuevos proyectos, como ese primer satélite Alisio 1, ya con fecha de lanzamiento, del Astro 1, que será el primer observatorio espacial del IAC, y del Vinis, una cámara con diez veces más resolución que la Drago-2.
El acto fue presentado por el director del IAC, Rafael Rebolo, y participaron Miguel Belló Mora, comisionado para el PERTE Aeroespacial del Ministerio de Ciencia e Innovación, y Enrique Arriaga, vicepresidente primero del Cabildo de Tenerife.
El Drago-2 fue lanzado desde Cabo Cañaveral el 4 de enero por un cohete Falcon 9 de Space X, la empresa de Elon Musk.
Como su cámara antecesora de 2021, el Drago-1, el Drago-2 pesa poco más de un kilo, es un cubo de diez centímetros de lado, apenas consume 5,5 vatios y tiene una vida esperada de unos tres años, en los que da una vuelta a la tierra cada 90 minutos a una altura de 500 kilómetros.
La principal diferencia con Drago-1 es su evolución tecnológica, que le permite obtener imágenes de una resolución de 50 metros por cada pixel, seis veces más precisa que su antecesor, que ofrece 300 metros por cada pixel.
Esto quiere decir que desde los 500 kilómetros de altura en los que orbita, Drago-2 es capaz de captar nítidamente objetos mayores de 50 metros en el espectro infrarrojo, cuando la mayoría de cámaras en satélites opera en el espectro visible.
Este tipo de imágenes permite por ejemplo “ver” a través del humo y localizar incendios invisibles para las cámaras convencionales.
Precisamente, esos primeros incendios han sido captados por Drago-2 sobre Mali, en un terreno en el que no es posible localizar los focos con cámaras convencionales.
Álex Oscoz explicó que en estos primeros meses de operaciones han querido llevar el Drago-2 a sus límites, para conocer su alcance con la captura de imágenes en lugares donde sin una alta resolución es difícil distinguir matices en el terreno.
Además de Mali, la cámara del IACTEC ha captado imágenes de Turkmenistan, La India, Australia y Bangladesh, ambientes diferentes en los que las capturas reflejan con gran nitidez la orografía e incluso permiten distinguir las distintas profundidades del agua en la desembocadura de los ríos.
En 2024 se lanzará el Drago-3, ubicado ya en el primer satélite canario, el Alisio 1, y será una cámara similar al Drago-2 en cuanto a resolución, pero mejorada con dos filtros.
Y aún sin fecha de conclusión y de lanzamiento, el IACTEC trabaja en su primer observatorio espacial, el Astro 1, que permitirá observar planetas fuera del Sistema Solar, los exoplanetas, así como asteroides primigenios.
Otro gran proyecto anunciado por Oscoz es el Vinis, que como los Drago es una cámara para observación de la Tierra, ya no solo en el espectro infrarrojo, sino también en el visible.
Con sus cinco filtros mejorará aún más la resolución de Drago-2: de 50 metros por pixel pasará a 5 metros por pixel, “se podrán ver guaguas y hasta furgonetas”.
Ese nivel de resolución permitirá al Vinis intervenir en tareas contra incendios, vertidos de fuel en el mar, localizar estrés hídrico en cultivos, medir el impacto de las inundaciones, colaborar en rescates en alta mar, medir la contaminación lumínica, controlar la evolución de la construcción o realizar estudios geológicos.
“El futuro no va a ser aburrido, va a ser divertido y muy excitante, y estará hecho en Canarias con tecnología para exportar al mundo”, resumió Álex Óscoz.
Miguel Belló, Comisionado para el PERTE Aeroespacial, destacó el avance tecnológico espectacular que está protagonizando el Instituto de Astrofísica de Canarias, y subrayó la utilidad de esta tecnología para resolver problemas directamente ligados al día a día de las personas y a las necesidades de las comunidades.
Enrique Arriaga, vicepresidente primero del Cabildo, afirmó que el IAC “pone el nombre de Tenerife en el mundo”, con su innovación y su talento, y se mostró satisfecho con el apoyo que le presta la corporación insular, que se va a plasmar en la próxima firma de un convenio de colaboración por cinco años con una financiación de 5,5 millones de euros.
El presidente del IAC, Rafael Rebolo, agradeció el apoyo del Cabildo y de la financiación recibida del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Afirmó que el programa tecnológico del IACTEC es muy ambicioso, va más allá del desarrollo de las cámaras Drago e incluye satélites, minisatélites, observatorios en el espacio que cumplan objetivos científicos para la astrofísica, pero también proyectos para la observación de la Tierra.