La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, se comprometieron hoy en nombre de la Unión Europea (UE) a mantener la presión sobre Rusia y el apoyo militar, financiero y humanitario a Ucrania en una guerra que va camino de cumplir un año.
«Tenemos que seguir incrementando la presión sobre Rusia y ayudando a Ucrania», declaró Von der Leyen en una rueda de prensa con motivo del inicio de la presidencia de turno de la presidencia sueca del Consejo de la UE.
El primer ministro de Suecia, por su parte, señaló que «la victoria de Ucrania en esta guerra es existencial para Europa» porque «el destino de Ucrania es también el destino de Europa», y garantizó al país agredido apoyo «humanitario, financiero y militar» por parte del bloque comunitario.
En ese sentido, la presidenta del Ejecutivo comunitario anunció que el Colegio de comisarios visitará Kiev a comienzos de febrero para reunirse con miembros del Gobierno de Ucrania y abordar con ellos la cooperación con ese país mientras prosigue la invasión rusa.
«Será un muy buen momento para profundizar e intensificar los diferentes temas que están en nuestra agenda», apuntó la política alemana, que recordó que la UE tiene previsto aportar 18.000 millones de euros de ayuda financiera a Ucrania en 2023, con un primer desembolso este mes de enero.
De acuerdo con fuentes diplomáticas, ese primer desembolso ascenderá a 3.000 millones de euros.
Además del conflicto bélico en Ucrania, Von der Leyen destacó el esfuerzo de la UE para alejarse de los combustibles rusos y señaló que los precios del gas en el mercado TTF de Ámsterdam han caído a niveles inferiores a los de antes de la invasión de Ucrania, iniciada el pasado 24 de febrero, aunque se mantienen aún muy por encima de 2021.
«Hemos desplegado más del doble de capacidad renovable que el año pasado», dijo la presidenta comunitaria, que confió en volver a duplicar ese avance en el 2023, además de lanzar la plataforma de compras conjuntas de ese hidrocarburo a nivel europeo e iniciar una reforma en profundidad del mercado eléctrico sobre la base de la propuesta que la Comisión presentará «en primavera».
Von der Leyen y Kristersson se refirieron también a la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos, que tiene el efecto positivo de que evidencia que EEUU está «de regreso en la agenda global» porque «es imposible luchar contra el cambio climático sin grandes países como Estados Unidos», también tiene aspectos negativos para la UE.
Bruselas y Washington están inmersos en un «diálogo para mitigarlos», intentando, por ejemplo, en que los aspectos más proteccionistas de la nueva legislación estadounidense sobre los vehículos eléctricos la UE obtenga «un trato similar al de México o Canadá».
Una vez termine ese proceso de negociación transatlántico, Bruselas analizará qué respuesta debe dar el bloque comunitario y cómo debe adaptarse el marco legal de ayudas de Estado de la UE para apoyar a la industria europea sin provocar una carrera de subvenciones públicas.
«Queremos competir en calidad, no en subsidios», dijo Von der Leyen.
No es un ámbito que afecte sólo a EEUU, dijo Von der Leyen, quien se refirió también a la «competencia desleal del sector de las tecnologías limpias de China» con «subsidios masivos» a sectores como la energía eólica y los paneles fotovoltáicos.
Otro eje para que la UE gane competitividad pasa por «concluir los acuerdos comerciales con México, Chile, Nueva Zelanda y Australia», coincidieron ambos mandatarios.
La comparecencia de la presidenta del Ejecutivo comunitario se produjo en el marco de la visita de cortesía de la plana mayor de la Comisión Europea a Suecia, país al que este semestre le corresponde la presidencia del Consejo de la Unión Europea.
En ese marco, el colegio de comisarios participó este mismo viernes en la inauguración junto con el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia de la primera base de lanzamiento de satélites en suelo continental de la UE en el centro espacial de Esrange, un enclave situado al norte del círculo polar ártico.
Desde su creación en 1966, esa base ha servido para lanzar sondas espaciales y globos estratosféricos, pero con la ampliación de las instalaciones se pondrá colocar satélites en órbita, si bien los primeros lanzamientos están previstos a partir de 2024, señalaron fuentes de la agencia espacial sueca.
No obstante, hay otras bases espaciales en construcción que pugnan por convertirse en el primer puerto de lanzamiento de satélites desde suelo continental europeo en Noruega, Inglaterra, Escocia y España (Andalucía).
La Agencia Espacial Europea, asociada al proyecto sueco, cuenta ya con una base de lanzamiento de satélites más grande y perfectamente operativa desde hace décadas en Kurú, en la Guayana francesa.