Los reyes y sus hijas regresan a Madrid tras una estancia en Baleares nada tradicional

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En la que han roto con actividades tradicionales veraniegas de los miembros de la Familia Real en un contexto marcado por los rebrotes de coronavirus y la situación de don Juan Carlos

Los reyes y sus hijas han regresado este martes a Madrid tras una estancia en Baleares en la que han roto con actividades tradicionales veraniegas de los miembros de la Familia Real en un contexto marcado por los rebrotes de coronavirus y la situación de don Juan Carlos.

Son los dos temas estrella que han compartido titulares: la preocupante evolución de la pandemia y la incógnita sobre el destino del padre de Felipe VI, desvelada la víspera de que el rey, doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía abandonaran el Palacio de Marivent.

Su llegada allí el 7 de agosto a bordo de un vehículo conducido por el rey y con la princesa en el asiento del copiloto fue la primera imagen pública de los cuatro desde que se conoció que don Juan Carlos había salido de España.

No ha habido en ningún momento comentario alguno de don Felipe sobre la situación de su padre, que permanece en Emiratos Árabes Unidos desde el 3 de agosto, aunque éste habrá sido un asunto inevitable en diversos encuentros que ha mantenido en Palma con diversos cargos institucionales.

SÓLO AGENDA OFICIAL

Entre esas reuniones, la audiencia con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El saludo de ambos en Marivent y la posterior comparecencia del jefe del Ejecutivo han sido de las pocas costumbres que se han mantenido durante los doce días que los reyes y sus hijas han residido en Baleares.

También el encuentro del rey con su presidenta autonómica, Francina Armengol, y con el presidente del Parlamento balear, Vicenç Thomàs, aunque el coronavirus impidió otra reunión habitual.

El alcalde de Palma, José Hila, no pudo acudir al Palacio de la Almudaina a verse con el jefe del Estado al encontrarse en aislamiento preventivo a causa del contacto con una persona que había dado positivo. Esa cita se sustituyó por una videollamada.

La COVID-19 ya había llevado a Zarzuela a anunciar que este verano sería atípico porque los reyes se iban a tomar su traslado a Baleares como una continuación de su agenda de trabajo y una prolongación de su gira por todas las autonomías para infundir ánimo a instituciones y colectivos varios ante el golpe que ha supuesto la pandemia.

Eso se ha traducido en que sólo se les ha visto (siempre protegidos con mascarillas) en actos que han tenido la consideración de oficiales y, como tales, han estado acompañados también por vez primera en periodo estival por diversos ministros: Isabel Celáa, Fernando Grande-Marlaska y Reyes Maroto.

Además de las audiencias del rey, junto a doña Letizia ha visitado Menorca e Ibiza para promocionar ambas islas en un momento de crisis del sector turístico, y acompañados ambos por sus hijas se desplazaron al municipio mallorquín de Petra, lugar de nacimiento de fray Junípero Serra, para honrar la memoria de este fraile franciscano canonizado y fundador de misiones en California.

SIN POSADO EN MARIVENT

Esa visita de los cuatro miembros de la Familia Real fue la ocasión esperada por los fotógrafos para captar las imágenes que sustituyeran este año al tradicional posado en Marivent y que Zarzuela había suspendido.

Unas imágenes en las que la infanta Sofía aparece ayudándose de una muleta tras una caída que le provocó un golpe en la rodilla derecha y cinco puntos de sutura.

La princesa y la infanta vivieron también algo novedoso. Por vez primera estuvieron junto a sus padres en un centro de atención a jóvenes en riesgo de exclusión social y conversaron con algunos de ellos.

Fue el segundo y último momento en que se ha visto juntos este año en Palma a los reyes y sus hijas.

No ha habido oportunidad de constatar su presencia en ninguna actividad privada fuera de Marivent como siempre había ocurrido hasta ahora y, en muchas ocasiones, junto a doña Sofía, a quien tampoco se la ha visto en público durante la estancia real en Palma.

En veranos anteriores, don Felipe, su esposa, sus hijas y su madre han cenado en algún restaurante, o se ha podido ver a doña Sofía con su nuera y sus nietas visitando un mercado o yendo al cine o a algún otro espectáculo.

Esa ha sido una tradición más rota en el actual verano de los reyes, que también a diferencia de otros años han vuelto a Madrid y han renunciado al habitual viaje que realizaban al término de su estancia en Baleares a algún destino desconocido para pasar unos días de descanso con sus hijas.