Un equipo de investigación liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado que una alteración genética que afecta al gen VAV1 desempeña un importante papel en tumores derivados de los linfocitos T (linfomas) y el cáncer de pulmón, dos tipos de cánceres que se caracterizan por tener tasas de supervivencia muy bajas. El grupo de investigación que ha realizado este estudio -formado por científicos del Centro de Investigación del Cáncer (CSIC-USAL), centro mixto del CSIC y la Universidad de Salamanca, y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (CIBERONC)-, ha descubierto también que esta alteración genética desempeña funciones pro-tumorales diferentes dependiendo del tipo de órgano en el que surge.
Según Xosé R. Bustelo, que lidera este trabajo -que se publica en la revista Molecular Oncologyy- y es investigador en el CIC (CSIC-USAL), los estudios recientes de secuenciación del genoma de un amplio número de tumores han revelado que estos albergan miles de alteraciones genéticas, las denominadas mutaciones. Esto ha creado un nuevo problema: saber cuáles son importantes para el desarrollo del cáncer o la adquisición de sus propiedades malignas, si lo son de forma autónoma o necesitan otras alteraciones genéticas simultáneamente y si se pueden identificar vulnerabilidades asociadas a estas alteraciones genéticas que permitan desarrollar nuevas terapias anti-tumorales.
La investigación detalla que la mayoría de estas alteraciones genéticas tienen efectos neutros en las células tumorales y, por tanto, no provocan el desarrollo o la progresión maligna de los tumores que los albergan. Pero muchas de las alteraciones genéticas que sí tienen un papel relevante en cáncer se encuentran a muy baja frecuencia en los pacientes y, por ese motivo, su identificación es compleja. Según señalan los investigadores del estudio, esto continúa siendo un gran reto científico.