Este lunes, el jefe del Ejecutivo se rodeó de los expresidentes socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero para reivindicar su «proyecto de país» a los mandos de Moncloa. Sánchez responde a su vicepresidenta segunda, y adversaria política, quien hace menos de un mes ignoró al presidente de su Gobierno cuando citó cuatro grandes «proyectos de país» y no enumeró el que encarna el actual secretario general del PSOE.
Sánchez, en calidad de gerifalte del PSOE, ha inaugurado una exposición que conmemora el 40 aniversario de la primera victoria socialista, en 1982, que catapultó a Felipe González a la presidencia durante 14 años ininterrumpidos. El halo del expresidente se ha notado en la sede de Ferraz. González, con gesto serio, no ha podido evitar sacar pecho de su hito y encomiar a Sánchez a hacer lo propio: «Hacerte cargo del estado animo de la gente para la que gobiernas. No se tiene más remedio que estar cerca», ha zanjado el histórico dirigente socialista.
González ha seguido: «La sociedad española se movilizó en favor, mucho más allá de nuestros votos, de hacer un proyecto país. Aquella noche estaba abrumado, profundamente abrumado, por una responsabilidad que me desbordaba por edad y experiencia». Lo cierto es que pese a la frialdad aparente entre el presidente del Gobierno y el expresidente González, el histórico socialista ha reconocido que «al gobierno presente le ha tocado vivir una época extraordinariamente difícil, porque la única certeza es que no hay certezas».
Sánchez se ha envuelto en el traje de Felipe González y se ha erigido en heredero de su proyecto. También del de el expresidente Zapatero. Al primero le reconoce la construcción del Estado del Bienestar, al segundo la ampliación de derechos ciudadanos y para él mismo, el presidente del Gobierno se ha dejado el ecologismo. Sánchez quiere esa nueva bandera en la socialdemocracia. Él la porta.
«Recogemos el testigo del ecologismo para incorporarlo a nuestra causa socialdemócrata. Aquellas elecciones del 82 fueron un momento de cambio, de conexión entre la ciudadanía y la política», ha ensalzado Sánchez. El líder socialista está empeñado en repetir como sea mandato en La Moncloa. Su entorno advierte que va a por todas. Ahora está inmerso en una batalla crucial con el PP de Alberto Núñez Feijóo. Los socialistas, de hecho, han reconocido los datos del CIS de este lunes, que les sitúan en cabeza, cuatro puntos por encima del PP, como la constatación de que el efecto Feijóo ya no existe.