La AEMET ya ha confirmado que el calor vuelve pronto al territorio peninsular

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En España, existe una delgada línea entre tener la tormenta Filomena, con nevadas históricas, y padecer una sequía extrema, la más abundante del siglo. Esa delgada línea ha sido de tan solo 18 meses, tan solo un año y medio, entre enero de 2021 y julio de 2022. El hecho de que dos fenómenos tan extremos se hayan producido en este margen de tiempo demuestra que el planeta tiende, de forma cada vez más habitual, a dejar de lado el término medio, en un síntoma de cambios naturales trepidantes.

Ahora, en verano, las temperaturas han asfixiado a España durante las últimas semanas de junio, y tanto julio como agosto. Esta semana, nuestro país por fin ha contado con un respiro que ha permitido aliviar el sofocante calor que ha existido durante dos meses y medio, con lluvias que al fin empiezan a llegar a lo largo de la Península y son de gran utilidad para paliar la extrema sequía, que ha dejado al límite los embalses de nuestro país pero el calor vuelve pronto.

El regreso del calor se acerca

La AEMET ya ha confirmado que el calor vuelve pronto al territorio peninsular, y lo hará tras unos pocos días en los que se ha conseguido tener un clima suave y acompañado parcialmente de precipitaciones, especialmente en zonas del interior peninsular. Será este jueves 18 de agosto cuando las temperaturas empiecen a subir respecto a estos días pasados, pero el viernes 19 de agosto es el día señalado como el que volverá a repetir las temperaturas de hace apenas dos semanas, con picos de hasta 27 grados.

Esta ola de calor veraniega, sin precedentes en España y Europa, ha generado un riesgo de sequía en el 63 % del continente, lo cual ha hecho reflexionar a la Unión Europea sobre si es recomendable tener preparado un equipo que abastezca a los países que tengan temperaturas extremas y también padezcan la sequía, dadas las numerosas solicitudes que ha habido este año, por parte de naciones como Francia, Reino Unido, Eslovenia o la República Checa.

En España, la sequía ha provocado estragos que no se recuerdan en nuestro país, llegando a verse una iglesia al descubierto que anteriormente estaba sepultada bajo el agua en el municipio de San Román de Sau (Barcelona), o una estación de ferrocarril abandonada hace decenas de años en Zufre (Huelva), que también se hallaba bajo el agua.