Europa baraja un plan de ahorro energético que podría ser aprobado este mismo martes por las amenazas de Rusia

comision europea 1
comision europea 1

Desde que comenzara la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero, Europa ha sido consciente de que Rusia iba a emplear cualquier medio a su alcance para eludir las posibles sanciones de la Unión Europea. Su arma más eficiente, al menos hasta ahora, ha sido el uso del gas, amenazando con cortar el grifo a los países que crucen líneas rojas contra ellos, lo que ha llevado a la desesperación a países totalmente dependientes de la energía rusa.

Por ello, Europa baraja aprobar este mismo martes su plan de ahorro energético. Para ello, se reunirán todos los ministros de Energía de la Unión Europea, que deben abordar una cuestión espinosa después de que varios países, España entre ellos, se hayan negado a aplicar la reducción que pedía Bruselas de un 15 % en el consumo del gas. La negativa de muchos Estados miembros ha llevado al bloque comunitario a replantear la manera en que se acordara este ‘plan B’.

Una de las opciones que se maneja es que los países totalmente dependientes del gas ruso sean ayudados por otros que no tienen apenas consumo del gas procedente de Rusia. Es el caso de España, que no se vería obligada a reducir su consumo por dos partes; al no tener que regular su consumo del gas en función de los rusos y tener «fuente propia», principalmente por medio de los gasoductos instalados en el Magreb, y que nos aportan gas desde Argelia.

Países que están entre la espada y la pared

Se da la circunstancia de que algunos países necesitan más ayuda para recibir gas que no proceda de Rusia, al ser casi o totalmente dependientes del flujo que aporta Rusia. Es el caso de Hungría y Bulgaria, siendo este último un caso muy complicado, ya que, siendo el país más pobre de la Unión Europea, cuenta con pocos recursos para tener autosuficiencia energética y requiere de una ayuda externa que sea capaz de abastecerle con esos pocos recursos.

En el caso de Alemania, ya preparan un racionamiento del gas. Pese a que su dependencia energética de Rusia no es absoluta, el gobierno federal alemán duda que pueda cubrir las necesidades de toda su población, por lo que ve necesario acordar una parte del pacto que quiere realizar la Unión Europea para que su población tenga ciertos «beneficios» a la hora de conseguir gas exportado desde otros países, y así lograr la reducción que piden las instituciones europeas.