satélite Copérnico muestran la situación del incendio que se originó en Las Hurdes (Cáceres) y que ahora se encuentra devorando parte de la provincia de Salamanca. No parece un incendio, parece un volcán. Podemos apreciar a la perfección la intensa nube de humo y los inmensos frentes activos. Un monstruo que por ahora parece indomable.
La peor parte del incendio está acosando la zona de Salamanca, ha obligado a realizar más evacuaciones en las últimas horas. Además, ya son más de 4.000 hectáreas quemadas y las labores de extinción se están complicando cada vez más. En algunas zonas los bomberos se han tenido que retirar porque no pueden hacer nada ante la descomunal situación.
Las llamas avanzan de forma virulenta en la zona de Monsagro (Salamanca) y la peor parte Sierra de Francia (Salamanca). Debido al viento intenso, la complicada orografía del terreno y a las altas temperaturas, el fenómeno sigue completamente descontrolado. El monte está seco y «que no tenga humedad significa que propaga mucho más el incendio», destaca Manuel Zarazaga, comandante de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Pendientes de nuevas evacuaciones
Los vecinos de las zonas cercanas al incendio continúan muy pendientes de la situación devastadora en Cáceres y Salamanca. Observan con detalle la gigantesca cortina de humo porque en caso de cambiar el rumbo del viento «podría rebotar y volver otra vez a la zona de Cáceres», explica Víctor Pérez Cerrato, coordinador del Plan Infoex.
La gran mayoría de los vecinos se han preparado para una posible evacuación. «Tengo ropa por si tengo que salir», exclamaba un vecino. Por el momento se han desalojado a más de 400 personas. En la localidad de la comarca de Las Hurdes la situación en algo más favorable, aunque los bomberos enfrentan continuas reactivaciones de las llamas, no pueden bajar la guardia.
Ya se han calcinado unas 3.000 hectáreas en Cáceres y 1.000 más en Salamanca. En Portugal, el incendio también está descontrolado y ya han lamentado la primera víctima mortal. El pasado miércoles encontraron el cuerpo calcinado de una mujer de 50 años en una plantación de maíz. El terrible suceso ocurrió en Boa Vista, entre Lisboa y Oporto.