Como bien es sabido, la acelga se compone de dos partes comestibles que son bastante diferentes entre sí: las hojas y las pencas. Por lo general, ambas partes las podemos utilizar en la misma receta, respetando las diferencias en el tiempo de cocción. Sin embargo, también se pueden usar por separado. Por ejemplo, únicamente con las pencas podemos hacer un rebozado que queda genial para tomarlo como entrante de verduras, acompañamiento o, incluso, para ponerlo en el centro de la mesa en una cena de picoteo.
La elaboración de las pencas rebozadas es bastante sencilla. Hemos optado por un rebozado a base de harina y huevo, sin ningún aditivo más. Aunque, si así lo prefieres, podrías realizar una masa con harina y cerveza como la que usamos para preparar la coliflor rebozada. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, el rebozado que te presentamos aquí nos permite disfrutar mucho más del sabor de la acelga.
Sin duda, el punto en el que hay que prestar más atención a la hora de preparar las pencas rebozadas es la cocción. La cocción de las pencas para rebozar tiene que ser corta. Los trozos de las acelgas deben quedar un poco firmes todavía pues de lo contrario, si quedaran muy blandos, haría más difícil su manipulación y correríamos el riesgo de que se nos rompieran durante el rebozado. Te lo contamos todo en la receta. ¡Vamos con ella!
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 20 minutos
- Tiempo total: 35 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: española
- Calorías por ración (kcal): 189
Ingredientes de las pencas de acelgas rebozadas para 4 personas
- 400 g de pencas de acelga
- Sal
- Aceite para freír
- 1 o 2 huevos
- 3 o 4 cucharadas de harina
Cómo hacer pencas de acelga rebozadas
Vamos a comenzar tomando unos 400 g de pencas de acelga. Lo primero que haremos con ellas será deshebrarlas, esto es, quitarle unos hilos de fibra que tienen para que sea más agradable comerlas. Para ello, basta con quitarles la fina capa de piel de cada lado tirando con un cuchillo pequeño. Después, procederemos a limpiarlas, pues pueden quedar algunos restos de suciedad y, por último, las cortaremos en trozos del tamaño de un bocado.
El siguiente paso es cocinarlas ya que si las rebozamos directamente crudas no van a quedar del todo hechas durante la fritura. Entonces tenemos dos opciones de cocción. Una primera clásica en agua hirviendo con sal y la otra al vapor. Elige la que quieras. En este caso, nos decantamos por el vapor. Bastarán unos 5 minutos, no más. Las pencas deben quedar un poco firmes para que sea fácil manipularlas y no se rompan. Sazonamos con sal al gusto.
Ahora vamos a preparar la estación de trabajo para el rebozado. Por un lado vamos a poner a calentar abundante aceite para freír. Debe estar bien caliente, pero evitando en todo momento que empiece a humear. En un recipiente batimos 1 huevo con una pizca de sal, en otro recipiente ponemos unas 3 o 4 cucharadas de harina y vamos pasando las pencas primero por harina y luego por el huevo.
En cuanto hayamos pasado las pencas por el huevo, las metemos directamente a la sartén con el aceite caliente y dejamos que se vayan dorando por ambos lados. Repetimos hasta terminar con todas las pencas. Si nos quedamos sin huevo, usaremos otro. ¡Ojo! Procuraremos realizar la fritura por tandas, sin sobrecargar la sartén, ya que de lo contrario quedarán más grasientas.
Conforme veamos que las pencas se doran por un lado —esto se nota porque los bordes se tornan más oscuros— les damos la vuelta y en cuanto estén por el otro, las vamos sacando de la sartén. Las colocamos sobre papel absorbente sin amontonarlas, para retirarles el exceso de aceite.
En cuanto hayamos frito todas las pencas, pasamos directamente a emplatarlas y las servimos sin tardar. Como mejor se disfrutan es recién hechas.
Resumen fácil de preparación
- Deshebrar, limpiar y trocear las pencas de acelgas
- Cocer las pencas 5 minutos
- Poner a calentar el aceite para freír, enharinar las pencas y pasarlas por huevo
- Meterlas directamente en la sartén y freír hasta que estén doradas por ambos lados
- Conforme se van friendo, dejarlas escurrir sobre papel absorbente
- Servir enseguida