trabajos de fin de grado, los denominados TFG. Y en esta época proliferan las «ofertas» ilegales.
Por un módico precio es fácil comprar en internet uno de esos trabajos. De hecho, desde hace algunos años el negocio de las webs que se ofrecen a redactar proyectos universitarios a cambio de dinero ha crecido de manera exponencial.
Aprobar a golpe de click
Los nervios, la carga de exámenes finales y la falta de tiempo pueden llevar a los alumnos a apostar por un aprobado fácil y rápido. La idea es muy atractiva: el estudiante paga mientras otros hacen sus trabajos académicos. La forma de hacerlo también resulta muy sencilla: a través de internet contactan con empresas que se encargan de realizar el TFG, todo claro está, dependiendo de las necesidades de cada estudiante.
Este tipo de servicio se encuentra en una especie de limbo legal, ya que al actuar de manera confidencial es complicado rastrear la pista. «El trabajo lo damos anónimo y luego cada estudiante le ponen su nombre», explica una de las empresas que se dedica al negocio.
A pesar de ello, los expertos advierten que no dejan de ser fraudes y que deben ser sancionados. Sin embargo, este mercado negro de trabajos se extiende más allá. Incluso en las tesis doctorales, algunos optan por el camino más corto.