incremento superior a los 2ºC desde la época preindustrial. En el continente europeo la subida de termómetros está siendo muy superior en comparación al resto del planeta, que ha sido cifrada en 1,1ºC y 1,2ºC en este período.
Por ello, así lo comunica el informe sobre el estado del clima en Europa del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo. La temperatura europea ha incrementado unos 2,2ºC desde la mencionada época, superando el objetivo establecido en el Acuerdo de París para evitar un calentamiento mundial.
Asimismo, no puede afirmarse con total certeza que Europa haya cumplido con el pacto alcanzado en París, «pero para todo el planeta, y esto incluye tanto a áreas terrestres como a áreas marítimas», asegura Samantha Burgess, vicedirectora del Servicio de Cambio Climático de Copernicus. «De promedio, las áreas terrestres se están calentando mucho más rápido que el océano. Y si Europa se está calentando más rápido es porque su superficie es principalmente terrestre», añadía Burguess.
«No es extraño que una región o continente, en este caso Europa, se calienten a ritmos más rápidos que otras zonas del planeta y que, por tanto, su tendencia total acumulada sea mayor que el de otras regiones y distinta a la del conjunto del globo», indicaba Manola Brunet, catedrática del departamento de Geografía de la Universitat Rovira i Virgili (URV), presidenta de la Comisión de Climatología de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El Ártico, por ejemplo, se está calentando a un paso aún más veloz.
«Mientras que el Mediterráneo occidental y Europa tienen tendencias más altas, otras regiones, como el sureste de Norteamérica, se calientan menos o no se calientan», declaraba Brunet.
El verano más caluroso
Durante el 2021 las temperaturas del aire en superficie en Europa fueron unos 0,2ºC más altos que la media de 1991-2020. Por lo tanto, superó los últimos años en cuanto a temperaturas elevados, volviéndose el verano más caluroso con 1,0ºC superior. Las temperaturas anuales de la superficie del mar en zonas del Báltico y del Mediterráneo fueron las más altas desde al menos 1993. En junio y julio, alcanzaron registros de más de 5°C por encima de la media en algunas zonas del Báltico.