Todo el sabor de Italia en esta receta, Focaccia con masa madre y levadura

Focaccia Masa Madre
Focaccia Masa Madre

La focaccia, de origen italiano, es seguramente, uno de los panes planos más conocidos y creo que más recurridos, por su sencillez en la elaboración y la versatilidad a la hora de añadir ingredientes. Simplemente con una buena masa y poniendo encima escamas de sal, tendremos la mejor y más deliciosa focaccia para acompañar cualquier cena.

En este caso, he sido muy clásica y la hice con romero fresco, tomate y aceitunas negras, y por supuesto con mucho protagonismo en la masa. Usé masa madre y he retardado la fermentación en la nevera casi 24 horas, lo que aportará un sabor y una miga deliciosos.

Información de la receta

  • Tipo de receta: panes
  • Comensales: 6
  • Tiempo de elaboración: 26 horas 30 minutos
  • Dificultad: media

Ingredientes de la focaccia de masa madre y levadura para 6 personas

Ingredientes para hacer la masa:

  • 250 g de masa madre de centeno al 100% de hidratación (igual porcentaje de agua que de harina)
  • 500 g de harina panadera gallega (variedad callobre)
  • 50 g de harina de fuerza
  • 5 g de malta tostada casera
  • 20 g de semillas de sésamo
  • 10 g de aceite de oliva virgen extra
  • 8 g de sal
  • 1 g de levadura seca de panadería
  • 400 g de agua

Ingredientes para decorar:

  • Tomates cherry
  • Aceitunas negras
  • Semillas de sésamo
  • Romero fresco
  • Escamas de sal
  • Aceite de oliva virgen extra
Ingredientes de la focaccia *

Cómo hacer la focaccia con romero

El día antes de hornear nuestra focaccia preparamos los ingredientes y la amasamos.

Ingredientes secos *

Para ello ponemos las harinas y la masa madre refrescada y activa en un bol y añadimos el sésamo y el aceite, dejando como siempre la sal para más tarde.

Añadir agua a la masa *

 

Vamos incorporando el agua poco a poco y mezclamos, hasta que esté todo integrado y no veamos harina. No vamos a poner todo el agua por ahora, sino que dejamos unos 25 g en el bol, que incorporaremos con la sal.

Dejamos que repose unos 20 minutos a modo de autolisis y a continuación añadimos la sal por encima y el agua restante y vamos haciendo pliegues en la masa, con las manos mojadas o con una espátula.

Plegado de la masa *

En este punto tendremos una masa bastante pegajosa, lo cual es normal ya que tiene un alto porcentaje de hidratación, (cantidad de agua respecto a la harina) pero no añadimos más harina. No obstante, no todas las harinas absorben la misma cantidad de agua, así que quizá tengáis que ajustar la cantidad de agua, y por ello es mejor irla añadiendo poco a poco. La dejamos reposar unos 10 minutos, volvemos a plegarla varias veces, y ya notaremos cómo se va desarrollando el gluten y va adquiriendo más consistencia y tenacidad. Después de un par de pliegues y reposos más, la metemos en un tupper untado de aceite y la dejamos, tapada, un par de horas a temperatura ambiente para que empiece a fermentar. Pasado este tiempo, la guardamos en la nevera hasta el día siguiente.

Unas horas antes de hornear la focaccia, sacamos la masa de la nevera y dejamos que atempere una media hora, mientras vamos preparando una bandeja para hornearla. Cogemos una bandeja amplia (yo usé una de 38×25 cm) y la forramos con papel de horno y lo pincelamos con aceite.

volcamos la masa en la bandeja *

Volcamos la masa en la bandeja, le damos unos pliegues, procurando no desgasificarla mucho y la dejamos reposar unos minutos para que se relaje.

Plegados de la masa *

A continuación, con los dedos bien mojados en aceite, la vamos estirando sobre la bandeja ayudándonos con las yemas y cuidando de no perforar la masa y no tocar el fondo de la bandeja.

Estiramos la masa con los dedos *

Cuando cubra toda la superficie, ponemos un buen chorro de AOVE, que se quedará atrapado en los agujeros que hicimos con las yemas de los dedos y la decoramos.

Decoramos la focaccia *

Colocamos los tomates, las aceitunas y las hojas de romero por la superficie de manera uniforme. Esparcimos semillas de sésamo y unas escamas de sal por encima y dejamos reposar una hora más, para que suba y vayan saliendo burbujas en la superficie.

Focaccia lista para entrar en el horno *

Mientras la focaccia leva, vamos precalentando el horno a 240ºC y cuando llegue a la temperatura deseada, la horneamos. La metemos en el horno, con calor arriba y abajo durante 25- 30 minutos. Tener en cuenta que los tiempos son orientativos, pues dependerá de cada horno o si os gusta más tostada, para lo que tendréis que dejarla un poco más.

Vista cenital de la focaccia *

Cuando está cocida y dorada la sacamos y la ponemos sobre una rejilla para que enfríe un poco antes de poder degustarla.

Es un pan con una corteza crujiente y un interior esponjoso y tierno que os va a encantar. En casa tiene mucho éxito, principalmente por ser un pan con poca miga. y si nos queda, al día siguiente podemos hacer unos deliciosos y originales sándwich con ella.

Cortes de la focaccia con la entera detrás *

Esta receta de focaccia lleva masa madre, pero si no tenéis, podéis hacer un fermento un par de horas antes del amasado con 125 g de harina, 125 g de agua y 2 g de levadura seca de panadería. Simplemente mezclamos todo y dejamos reposar tapado unas horas hasta que doble el volumen.

El secreto está en el sabor y la hidratación de la masa y podemos hacerla casi de lo que se nos ocurra y de lo que tengamos por casa que nos quedará estupenda.

Resumen fácil de preparación

  1. Preparamos todos los ingredientes y amasamos la focaccia
  2. Dejamos la masa unas 2 horas a temperatura ambiente y luego la metemos en la nevera hasta el día siguiente
  3. Unas horas antes de hornear la focaccia, quitamos la masa de la nevera y la dejamos atemperar una media hora
  4. La volcamos en una bandeja, plegamos y dejamos reposar
  5. Extendemos la masa cuidadosamente ayudándonos de las yemas de los dedos cuidando de no desgasificar la masa y decoramos
  6. Dejamos reposar otra media hora y horneamos a 240ºC unos 25 minutos
  7. Y lista para degustar