Gerb, un pequeño pueblo de Lérida donde una enorme roca está amargando la existencia a sus vecinos.
Estos ciudadanos que tratan de ejercer su día a día con normalidad, están sufriendo una situación un tanto adversa debido a que una roca de grandes dimensiones amenaza con venirse abajo. La problemática de esta situación se encuentra en que dicha roca podría aplastar sus casas y sus negocios, y por lo tanto, matarles a ellos si finalmente cae.
Esta roca tiene varios metros de altura y su superficie es inmensa. Además, se han detectado movimientos en las últimas semanas que hacen temer todavía más a los vecinos. Piden alguna solución para este asunto, puesto que están desesperados y quieren seguir haciendo su vida de manera normal, pero cada vez se les hace más difícil.
¿Hay riesgo de desprendimiento?
El riesgo de un desprendimiento total todavía no es seguro. No obstante, hay sensores que detectan cuándo la piedra se mueve, y en los últimos tiempos ya lo ha hecho hasta en tres ocasiones. La última vez que ocurrió fue el pasado 6 de enero, hace apenas una semana, y los vecinos están en un sinvivir, preocupados por lo que pueda ocurrirles.
Cuando las alarmas se activan por el movimiento que hay en la grieta, es obligatorio desalojar las viviendas que hay en el municipio y también cortar la carretera más cercana, que también podría verse perjudicada en caso de que cayera.
La alcaldesa del municipio ha comunicado que el Ayuntamiento va a tratar de solucionar este asunto con la empresa encargada de garantizar la seguridad, por lo que los vecinos, de momento, pueden seguir tranquilos, puesto que la roca se mueve, pero de momento no da señales de importancia.