El ciberacoso se cobra una nueva vida. Una joven de 20 años se suicidó el pasado 28 de diciembre en Navas de San Juan, en Jaén, después de haber denunciado hasta en cuatro ocasiones que sufría acoso en las redes sociales.
Ahora, la Policía investiga donde se dio el fallo para que una mujer que ya había hecho lo posible para terminar con la violencia que sufría tras las pantallas, haya terminado suicidándose sin que las autoridades actuasen a su debido tiempo: cuando ella pidió ayuda. No sirvió ni con una ni con cuatro veces y ahora, lo único que queda, es investigar.
Falta de celeridad para esclarecer los hechos
La Delegación Territorial de la Fundación Internacional de Derechos Humanos para la Provincia de Jaén ha asegurado en un comunicado que la joven no solo sufría acoso en en las redes sociales sino también en la misma vía pública «contrarias al honor, a la propia imagen y la integridad moral». Confirman que todas ellas «fueron denunciadas hasta en cuatro ocasiones ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y ratificadas ante la autoridad judicial competente el pasado día 21 de diciembre de 2021 con la finalidad de que los hechos no permanecieran impunes».
Sin embargo, no llegaron a tiempo. Todo se debe a una falta de «celeridad suficiente en cuanto al esclarecimiento de los hechos e identificación de la persona (o personas) responsable de estas acciones», explican desde la Fundación. Así, se pierde la vida de una joven más que no puede soportar todo el sufrimiento provocado por la exposición pública a la que se veía sometida.
Acoso en las redes por su condición sexual
La chica estaba siendo víctima de una suplantación de identidad en las redes sociales por el simple hecho de ser homosexual. Además, los acosadores también utilizaban la imagen de otros integrantes de su familia, de forma fraudulenta, descarnada y con la finalidad de ridiculizarla y humillarla únicamente «por amar, pensar y sentir de otra manera diferente a la que la sociedad nos viene inculcando desde antaño», detallan en el comunicado.
Desde la Fundación Internacional de los Derechos humanos piden que «además de dotar de cuantos medios técnicos y personales que sean necesarios, toda la sociedad tome conciencia de la enorme necesidad de educar en el respeto hacia la diversidad, la igualdad y la libertad de toda persona, sea quien sea, de conformidad con todos los principios y valores de respeto y convivencia universalmente reconocidos» para que este tipo de irreparables pérdidas no vuelvan a suceder.
Recuerda que si tú o algún familiar o conocido necesita ayuda, el número de atención al suicido en España es el 024. Las llamadas telefónicas al número atribuido son gratuitas y no generan facturación en origen para el usuario.