Según una información avanzada por Las Provincias, un grupo de especialistas de la Guardia Civil inspeccionará de nuevo los coches de Miguel Ricart, condenado por el triple crimen y en libertad desde 2013, y Antonio Anglés, que se encuentra en paradero desconocido tras huir de España en 1993.
En una providencia, la jueza ordena la búsqueda de «indicios genéticos» en los coches que puedan pertenecer a cualquiera de las tres niñas asesinadas, con técnicas actuales de revelado de sangre y fluidos.
Inspección de ambos coches
Dos agentes se desplazarán al depósito de vehículos de Valencia para inspeccionar ambos coches.
Además de la inspección de los coches, la jueza que lleva el caso ha ordenado al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid que analice más de 50 pelos descartados en los estudios genéticos realizados en la década de los 90 antes del juicio contra Miguel Ricart.
Elisa Fort, la magistrada que lleva el caso, insta a los biólogos a practicar las analíticas necesarias para extraer los perfiles de ADN, unas pruebas que permitirían llevar a juicio a Antonio Anglés, en el caso de que estuviera vivo,
Anglés es el principal sospechoso del secuestro, violación y asesinato de Míriam, Toñi y Desirée, las tres niñas de Alcàsser desaparecidas en noviembre de 1992 cuando acudían a la discoteca Coolor y cuyos cuerpos fueron encontrados dos meses después en una fosa común.