La revista médica ‘Neurology’ ha publicado un estudio que ha llevado a cabo un grupo de investigadores liderados por un especialista de Albacete, que determina que hasta el 57,4 por ciento de los pacientes afectados por COVID-19 ha desarrollado algún tipo de síntoma neurológico.
En el trabajo, que ha sido liderado por el profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y jefe de Neurología del Hospital Universitario de Albacete, Tomás Segura Martín, es el más extenso que se ha publicado hasta ahora en el ámbito internacional, según ha informado este jueves en una nota de prensa la institución académica.
Para su desarrollo, se ha evaluado a 841 pacientes hospitalizados en Albacete por haberse contagiado del virus SARS-CoV-2 durante el mes de marzo, de los que el 57,4 por ciento desarrollaron principalmente miqalgias, pero también cefaleas y encefalopatías, entre otros síntomas neurológidos.
Tomás Segura ha precisado que la serie albaceteña centra su trabajo en la revisión sistemática de 841 pacientes hospitalizados en el mes de marzo, concretamente en tres semanas, de los que se han analizado las características demográficas, las manifestaciones clínicas sistémicas y neurológicas y las pruebas complementarias.
De este estudio observacional se desprende que las manifestaciones neurológicas son comunes en pacientes hospitalizados con COVID-19.
Así, el 57,4 por ciento de los pacientes evaluados en Albacete desarrolló algún síntoma neurológico, desde los denominados «inespecíficos» (de ellos un 17 por ciento mialgia; un 14 por ciento dolor de cabeza y un 6 por ciento inestabilida), que fueron más comunes en las primeras etapas de la infección, a otros, como la pérdida de olfato y la disgeusia (trastornos del gusto).
Estos últimos son síntomas muy específicos, más frecuentes en casos menos graves o los más graves y específicos, neurológicamente hablando , como los ictus, las polineuropatías, y sobre todo, por su frecuencia, como es el caso de las encefalopatías, que sufrieron en mayor o menor grado el 20 por ciento de los pacientes hospitalizados por COVID-10, ha apuntado Segura.
Asimismo, ha señalado que en comparación con un estudio chino, los investigadores españoles observaron que los pacientes de Albacete tenían más comorbilidad, constatando que la obesidad era un factor de riesgo de gravedad por encima del resto.
Al respecto, Segura ha considerado que este hecho se debe posiblemente a que el paciente con obesidad tiene menor capacidad ventilatoria y también porque tiene facilidad para responder con una respuesta inmunitaria excesiva, la conocida como «tormenta de citoquinas».
En este sentido, la UCLM ha indicado que el artículo publicado en ‘Neurology’ defiende que los médicos deben mantener una estrecha vigilancia neurológica sobre estos pacientes para reconocer de forma precoz posibles complicaciones del sistema nervioso en las personas afectados por SARS-CoV-2, , que entiende que «son sin duda mucho más frecuentes de lo que se pensaba».