Irene Montero ha impulsado un protocolo para combatir el acoso sexual en el trabajo en el que se insta a las empresas a perseguir actitudes como «bromas y comentarios sobre la apariencia sexual», los contactos «indeseados» en redes sociales o las «miradas impúdicas».
El protocolo ha sido elaborado por el Instituto de las Mujeres, organismo adscrito al Ministerio que encabeza Irene Montero, y pretende servir de inspiración para las guías que adopten las empresas con más de 50 trabajadores.
Dicho protocolo tipifica las actitudes que deben ser consideradas como acoso sexual en el trabajo y articula todo un procedimiento integral de actuación para que la empresa detecte, investigue y sancione a los agresores
«Flirteos ofensivos»
Entre las «conductas verbales» sancionables que enumera el Ministerio de Igualdad están las insinuaciones o proposiciones, «flirteos ofensivos», «comentarios insinuantes, indirectas o comentarios obscenos», llamadas o «contactos por redes sociales indeseados» y «bromas o comentarios sobre la apariencia sexual».
En las «conductas no verbales» que se consideran acoso están exhibir fotos sexualmente sugestivas o explícitas, las «miradas impúdicas» o los «gestos». También «mensajes» en el correo electrónico o en las redes sociales de «carácter ofensivo»» y con «claro contenido sexual».
Denuncia
El documento presentado por la cartera de Irene Montero plantea un procedimiento confidencial, «sencillo, rápido y accesible» que permita a las víctimas realizar una denuncia de la situación que esté sufriendo.
El objetivo, señala el Ministerio de Igualdad, es «acabar con la cultura de la ocultación y visibilizar una forma de violencia que se produce en un ámbito donde no siempre la democracia está presente: el laboral».