La Generalitat de Cataluña ha decretado el confinamiento desde este mediodía del perímetro de la comarca del Segrià, en el suroeste de Lleida limítrofe con Aragón, donde residen 210.000 personas, incluida la capital, debido a un aumento de casos de coronavirus en la provincia, que suma nueve brotes activos. Unos 200 mossos controlan los accesos para que se cumpla un confinamiento que durará como mínimo dos semanas.
La mayoría de estos brotes están relacionados con la llegada de temporeros para trabajar en la recogida de la fruta, que se alojan en condiciones insalubres e incluso en algunos casos al aire libre.
El presidente autonómico catalán, Quim Torra, ya apuntó hace un mes la existencia de este problema de control de las entradas y salidas de los temporeros en Lleida, y este sábado, el alcalde de Lleida capital explicó que 246 de esos trabajadores, en su mayoría de procedencia senegalesa, habían podido ser realojados en pabellones.
La medida más contundente frente a la pandemia desde el final del estado de alarma el 20 de junio —hasta ahora solo habían pasado a fase 2 de desescalada algunas zonas de Aragón— se ha producido además en el primer fin de semana del periodo vacacional, una jornada en la que se ha incrementado considerablemente en España el tráfico por carretera hacia los lugares de descanso y el aeroportuario.
Desde este sábado el Gobierno catalán prohíbe las salidas de la ciudad de Lleida y otros 37 municipios por motivos que no sean laborables y las reuniones de más de 10 personas, entre otras medidas, después de un aumento «considerable» de los contagios en los últimos días, en palabras del presidente catalán, Quim Torra, y de que los ingresos reportados en el Hospital Arnau de Vilanova de Lleida se hayan triplicado en las últimas diez jornadas.
El Departamento de Interior ha concedido un margen de cuatro horas, hasta las 16.00 horas en que han comenzado los controles a la movilidad, para que pudieran salir de la zona aquellas personas que no tuvieran su domicilio en algún municipio de la comarca.
A partir de este horario queda prohibida toda salida o entrada, excepto las de quienes por motivos laborales deban ir a sus centros de trabajo, incluido el transporte, la prestación de servicios, el comercio y las actividades empresariales y otras económicas. Incumplir el confinamiento conllevará multas.
El conseller de Interior, Miquel Buch, ha explicado que «a partir del martes esto tiene que ir acompañado de un certificado de la empresa correspondiente por la que se está trabajando».
Las restricciones de entrada y salida no afectan a la circulación por autovías y autopistas cuando se trate de movimientos con origen o destino fuera de la comarca.
El juez de guardia de Lleida ha avalado el confinamiento de la comarca ante el riesgo «inminente y extraordinario para la salud pública», pero lo ha limitado a un período de 15 días que podrá prorrogarse en función de la evolución de la pandemia.
Y ha advertido de que las medidas adoptadas son «indiscriminadas y afectan a toda la población» sin que en su mayoría esté afectada por el virus, lo que «aconseja limitar su duración a quince días naturales, el período de cuarentena que se fue aplicando durante el estado de alarma.
El transporte público de la comarca mantendrá sus servicios para garantizar la movilidad por motivos laborales y para prestar servicios básicos, como es el caso de actividades esenciales, comerciales, empresariales y económicas.
La Administración catalana ha recomendado a los ciudadanos permanecer en sus municipios de residencia, especialmente a las personas mayores, y ha cerrado los centros de día para la tercera edad.
Tampoco están permitidas las visitas de familiares en las residencias de ancianos y se prohíbe nuevamente las reuniones de más de diez personas tanto en el ámbito privado como en el público.
El anuncio del confinamiento ha provocado quejas de algunos alcaldes de la zona que han recordado que este viernes la consellera de Salud, Alba Vergés , “en ningún momento» trató esa posibilidad, así como el desconcierto y enfado de residentes de la zona que pasaban el fin de semana fuera y otras personas que se encontraban allí y que han tenido que abandonar el área.
Otros territorios
El cierre de la comarca ilerdense se ha ordenado mientras el Gobierno de Aragón, que comparte territorios anexos, analiza la progresión de las cuatro comarcas que retrocedieron a fase 2 por los rebrotes y acumulan, según datos provisionales, unos 370 positivos.
Casi la totalidad de comunidades autónomas ha registrado rebrotes de coronavirus después de que la Comunidad de Madrid notificara este viernes un repunte con cinco casos en un centro laboral, y solo regiones como Asturias y La Rioja, así como las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, se mantienen sin ellos.
La Comunidad de Madrid ha dado por controlado este sábado el brote detectado en una empresa de la capital, donde hay cinco casos positivos con síntomas leves y están bajo seguimiento 13 personas más por ser contacto de los contagiados.
Donde se incrementa la preocupación es en A Mariña, zona costera del norte de Lugo, donde el brote que se dio a conocer el pasado 23 de junio ha alcanzado la cifra de los 85 infectados, tras sumar 26 nuevos positivos comunicados este sábado.
Del total, la mayoría de los positivos son asintomáticos y presentan síntomas de carácter leve, mientras que cuatro personas permanecen ingresadas en el Hospital Público da Mariña.
En Castilla-La Mancha, un brote de covid-19 en un edificio de Albacete ha obligado a confinar a los residentes tras haberse confirmado contagios en dos plantas del inmueble.
Andalucía mantiene la vigilancia sobre trece brotes activos: siete están bajo control y el resto en investigación, mientras que solo dos suman un contagiado nuevo, uno en Granada y en Cádiz.
Allí el brote más importante sigue siendo el del centro de acogida de inmigrantes de la Cruz Roja en Málaga, aunque mantiene el mismo número de contagiados, 105, y por detrás están los de Granada (28) y Campo de Gibraltar, en Cádiz (26).
La vigilancia de los brotes se mantiene en un atípico Día del Orgullo —que el coronavirus ha obligado a celebrar de forma virtual— y el segundo día de la operación salida de vacaciones de julio, en el que, según la DGT, se ha registrado tráfico intenso en las carreteras de las principales capitales españolas, como Madrid, Barcelona y Sevilla.
También han incrementado sus operaciones los aeropuertos —la red de AENA operará 3.937 vuelos el fin de semana, aunque serán 9.063 menos que el mismo fin de semana de 2019—, que además han reabierto la pasada medianoche para 12 países extracomunitarios.
El Ministerio de Sanidad no ha actualizado las cifras globales de la pandemia en España a la espera de actualizarlas el lunes, como avanzó el viernes, cuando notificó un balance provisional de 28.385 fallecidos, aunque administraciones como la andaluza han comunicado un nuevo deceso este sábado.