Vuelve a recorrer las 500 millas de Indianápolis después de 21 años en silla de ruedas

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Sam Schmidt es una de aquellas historias de pasión por un deporte difícilmente repetibles. Hace 21 años que tuvo un accidente y quedó tetrapléjico y ahora ha dejado la silla de ruedas para recorrer las 500 millas de Indianápolis.

«En estos años nunca he tenido un sueño en el que estuviera en silla de ruedas. Lo siento, en todos estaba caminando junto a mis hijas», dice Sam Schmidt, y ahora esos sueños de han convertido en realidad gracias a un exoesqueleto.

Incluso ha sorprendido a su hija bailando durante el día de su boda. Sam Schmidt está ilusionado porque este sistema también puede ayudar a otras personas.

Conduce gracias a un sistema de cámaras y sensores que rastrean los movimientos de su cabeza. De esta forma consigue que el volante gire, mientras que para acelerar o frenar, inhala o muerde una boquilla que traslada la presión a los pedales.

Sam nunca se rindió y su sistema se fue perfeccionando con los años hasta lograr pilotar de nuevo después de 21 años en silla de rueda.