La consejera de Salud decreta medidas especiales en tres comarcas oscenses -Bajo Cinca, Cinca Medio y La Litera- que suponen retroceder a la Fase 2
Sanidad mantenía hasta este momento cierta tranquilidad sobre el alcance de los rebrotes de contagio de coronavirus pero al Ministerio le inquieta ahora el de Aragón. Sobre éste, en una explotación hortofrutícola en Zaidín vinculada a temporeros, se ha establecido un «seguimiento especial» y aunque se actuó rápido y con contundencia, según ha explicado esta mañana en una entrevista en la Ser el ministro de Sanidad, Salvador Illa, la Consejería de Salud ha dictado hoy medidas aplicables a tres comarcas –Bajo Cinca, Cinca Medio y La Litera, en Huesca– que suponen retroceder a la Fase 2.
Está, ha explicado, «en vías de ser controlado porque ha existido una cierta movilidad» pero se ha programado una reunión para este martes con la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, con el fin de mantener actualizada la información.
En la citada empresa de Zaidín ha habido ocho positivos y este fin de semana se les han realizado 178 pruebas PCR a los trabajadores. En todos los casos se han realizado las preceptivas indicaciones de aislamiento y se continúa con el estudio de contactos.
Hay un segundo brote en la provincia de Huesca entre adolescentes que asistieron a un cumpleaños y se reunieron en el local de una peña recreativa en Binéfar y se está estudiando otro, en este caso en un entorno familiar en Monzón.
Según ha informado el Departamento de Sanidad del Ejecutivo autonómico, de las nuevas infecciones detectadas en Aragón, 25 se corresponden con la provincia de Huesca y se localizan precisamente en esas comarcas. De estos 25, 16 de los casos se corresponden con contactos de afectados ya diagnosticados previamente.
La consejera ha explicado que el aumento de casos en los últimos días en dichas zonas provocan que la transmisión comunitaria pueda ser elevada por lo que se hace necesario tomar medidas para evitar los contagios y reducir la transmisión.
Las comarcas que han retrocedido a la Fase 2 son eminentemente frutícolas y se encuentran en plena campaña de recogida de la fruta, por lo que han atraído a más de 3.000 temporeros. Sólo en la localidad de Zaidín se estima que hay unos 1.500.
Las autoridades sanitarias de Aragón apelan a la responsabilidad de los ciudadanos y recomiendan que en dichas zonas no se realicen desplazamientos y también se evite ir a las mismas.
También se apunta que la capacidad asistencial es suficiente, aunque si la situación cambia se tendría que poner en marcha el plan de contingencia previsto.
Por ahora solamente hay una cama UCI ocupada en el hospital de Barbastro, al que deberían acudir los pacientes de esta zona.
Igualmente, los ayuntamientos de Zaidín y de Fraga han habilitado sendos pabellones deportivos para acoger a los positivos menos graves y puedan pasar el aislamiento.
«EL BROTE QUE MÁS NOS PREOCUPA»
De los 11 brotes activos el de Aragón «es el que más nos preocupa», ha dicho Illa, que ha censurado hoy lo sucedido en París, tras las imágenes de una fiesta en plena calle que es «todo lo contrario de lo hay que hacer» al no mantenerse la distancia social.
En el segundo día sin estado de alarma, cuando ya es posible moverse por toda España, pueden llegar turistas de la UE, a excepción de Portugal, y se está negociando la entrada de ciudadanos de terceros países con una situación epidemiológica similar a partir del 1 de julio, el ministro ha recordado la importancia de la responsabilidad personal.
En Europa está controlado el riesgo de propagación del virus pero «sigue entre nosotros» y avanza en el resto del mundo. Por todo el continente americano, Rusia y su área de influencia y África donde, ha admitido, «no tenemos datos». Por eso es necesario cumplir con las normas, ha señalado, «para que no debamos retroceder».
Illa, que ha defendido la gestión del Gobierno y ha asegurado que se ajustó a las recomendaciones de la OMS, admite que esta crisis sanitaria ha sido una «lección de humildad en toda regla» para España y para el resto de países y advierte que hay muchas cosas que aún no sabemos del Covid-19. Por ejemplo, los efectos del calor. Aunque parece que no le favorece, ha dicho, no hay una «evidencia clara» porque avanza por zonas cálidas.
Estos meses, desde que se declaró la emergencia y se decretó el estado de alarma, reconoce que han sido «duros», para él, para el Gobierno, para el presidente «en particular» y para los consejeros de salud de las comunidades autónomas. «Ha sido un espejo que ha reflejado lo mejor y lo peor».
Y aunque cree que estamos «preparados» para una posible segunda oleada el ministro ha destacado la importancia de la sanidad pública porque es «lo que nos ha salvado». Illa ha asegurado que en los próximos días el Ministerio podrá concretar más sobre los datos de fallecidos. «Hemos de fortalecer los sistemas de información» aunque «se han adaptado los datos a cada fase de la epidemia». Pero «hay un campo de mejora y vamos a trabajar en él» y se va a hacer un «análisis más fino por certificados de defunción».